DESDE EL BURLADERO.

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LA CHUSMAMAFIA CABILDERA. – Son cerca de 3 mil, es decir más que el todo personal del Congreso.

– Utilizan sus artes de “persuasión” para convencer a legisladores de que aprueben lo que conviene a sus patrones, puro gran empresario o grupos de poder.

Hace algún tiempo tuvimos la oportunidad de comentar con Ustedes la presencia de un fenómeno; importado desde los tiempos del echeverrismo y que ha ido creciendo de manera sostenida en estos tiempos de gobiernos neoliberales tricolores y azules tan dados a imitar a los gringos en todo; ese fenómeno es el del cabilderismo. Un portal nacional, concretamente, animalpolitico.com retoma una vez más el tema con motivo de la reciente negociación de la mal llamada reforma hacendaria, paquete económico y Ley de Ingresos; es en este tipo de negociaciones tan intensas entre los grupos parlamentarios con la respectiva presión de gobernadores, grupos de poder fáctico y otras chusmamafias cuando ellos se nutren y tienen más trabajo.

Representan a empresas de todo tipo, a señores de los dineros, gobiernos extranjeros y políticos de toda calaña. No son tan finos como el Rey de España, reconocidísimo cabildero mundial que llama a los gobernantes de todos los países, sobretodo los de América, para convencer con sus encantos de que les den las na… o se empinen ante las empresas ibéricas, consideradas como las peores y más rapaces. Pero los cabilderos locales también pueden considerarse de grandes ligas. El trabajo no se les acabará en lo que resta del gobierno envaselinadista porque se vienen la reforma energética y aunque no lo crea también estarán prestado sus servicios para influir en la reforma política.

Son una bola de catrines y damiselas elegantemente vestidos y arreglados; jóvenes cargados de tecnología que invaden las oficinas de los legisladores; son unas verdaderas chuchas cuereras en el manejo de la información por lo que buscan influir en los legisladores, muchos de los cuales son ignorantes o propensos al convencimiento fácil y la seducción; muchos ya saben de qué pie cojean cada uno. Son tres mil los que andan por toda la cámara y nadie sabe quien les autoriza o les facilita andar por el recinto y palacio legislativo como si anduvieran por su casa; pero es fácil suponer como logran convencer a la administración del Congreso para que los dejen operar.

Los cabilderos iniciaron con Luis Echeverría y no se sabe por que si eran los tiempos del presidencialismo omnímodo; con el Satán Salinas tuvieron un crecimiento espectacular con motivo de las negociaciones del TLC y con el Lenguaraz aplastatepocatas tuvieron otro repunte; de hecho muchos ex legisladores han formado sus propios grupos de cabildeo aliados con despachos de abogados, economistas y politólogos. Animal Político entrevistó a la representante del Grupo Salinas; ampliamente conocido por sus prácticas gansteriles; la señora Nora Cariño, quien cariñosamente señala que quienes los satanizan lo hacen por desconocimiento ya que ellos la acumulan información útil y la canalizan a senadores y diputados de manera adecuada, pues ellos son los que votan y toman decisiones (Sic y recontra sic).

El caso es que siempre se les ha visto desde el exterior como objeto de sospecha asociándoles con formas de corrupción y tráfico de influencias. En una ocasión, un amigo personal que fue diputado federal y ex funcionario de una secretaría del poder Ejecutivo y que actualmente anda pateando el bote esperando que lo acojan en una administración municipal, me comentó como unos cabilderos se acercaron a un grupo de diputados para obsequiarles, a nombre de una empresa cigarrera, un suculento viaje en compañía de “quien ellos gustasen invitar” (me imagino que hombre, mujer o quimera) a un viaje a los paraísos árabes.

El me dijo que no lo aceptó pero yo no controlo su pasaporte. El caso es que ese tipo de chusmamafias existen y operan en total impunidad y sin estar regulados pues en nuestro continente solamente seis países cuentan con leyes que regulan la actividad de los cabilderos y les prohíben otorgar “dádivas” en especie o en efectivo, pero México no esta incluido en ellos. LA DEL ESTRIBO:- Hummm, no, no hay… HLP…DM.