CON UN CANTO AL AMOR Y A LA VIDA, INICIA RECAUDACIÓN PRO-ÓRGANO DE CATEDRAL

0
21
DSC_4146.JPG

Una vez más, la Camerata Mazatlán y el Coro Ángela Peralta conmovieron con la inmensidad sonora de Carmina Burana,  la obra  más emblemática del compositor Carl Orff, una auténtica apoteosis del amor y los ímpetus de la juventud que tuvo como inmejorable escenario la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción. 

La cantata inició con el poderoso himno a la diosa Fortuna, de ritmo avasallante, frases cortas y rítmicas acompañadas con instrumentos de percusión como el gong, las campañas tubulares y el bombo,  y voces corales  que duplicaron su intensidad debido a la capacidad sonora producida por las altas cúpulas de la iglesia. 

El concierto fluyó bajo la dirección musical del maestro  Percival Álvarez  quien dirigió a un equipo de 120 músicos y cantantes con el infaltable apoyo del maestro Antonio González en la dirección coral.

Celebrado el pasado jueves, la noche tuvo momentos  memorables, una de ellos fue la interpretación de In Trutina, una invocación al ser amado.

 La soprano Ana Andrade atrapada en nostálgicas armonías compartió la belleza de su voz en esta canción que se decanta en finísimos agudos.  Fue una gran noche para una joven cantante,  que se abre camino en el difícil mundo del lirismo nacional. 

Brilló con luz propia la soprano María Murillo, integrante del Coro Ángela Peralta  y asistente del maestro Antonio González en la administración de esta institución musical.    La intérprete deleitó con   Dulcissime,   una ardorosa invocación al amor,  un canto a la vida, un alarido de entrega al ser amado bordado con  agudos sorprendentes.

Los barítonos Noel Osuna, miembro del Coro y uno de los activos artísticos más sólidos formados bajo la tutela del maestro González; Manuel Bernal, alumno de la Licenciatura en Canto y José Bautista, que toca en un mariachi pero con un futuro promisorio, también tuvieron destacadas intervenciones.

Con el poderío musical de la Camerata y el caudal sonoro del  Coro Ángela Peralta, el concierto se convirtió en una experiencia memorable pero sobre todo gozosa a pesar de las altas temperaturas y la humedad.

En la parte final,  la orquesta, el coro y  solistas como parte de un todo grandilocuente, llevaron a los espectadores al clímax que remitió al origen del concierto, ¡Oh, Fortuna!, finalmente una vez más,  había girado la rueda de la suerte, la rueda del destino. 

A beneficio. El concierto fue a beneficio del inicio del anteproyecto para la restauración y conservación del órgano tubular de la Catedral de la Inmaculada Concepción.  Un bien artístico de gran valor histórico  construido por Arístide Cavaillé – Coll, el organero más reconocido del siglo XVIII, catapultado a la fama por haber construido el órgano de la Catedral de Notre Dame de París.

 Asistieron dirigentes camarales, empresarios, funcionarios públicos, benefactores y gente atraída por el universo musical de esta obra inspirada en manuscritos del siglo XIII descubiertos en un monasterio.

 Punto de partida. En punto de las ocho de la noche,  Raúl Rico González, director general de Cultura anunció la tercera llamada y cedió el uso del micrófono al sacerdote Amador Campos, quien dio la bienvenida a nombre del Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras.

Agradeció la respuesta a este llamado  para rescatar el órgano que dejó de funcionar en la década de los 90s.

Correspondió al alcalde Carlos Felton González  subrayar la importancia de rescatar este piano, una auténtica joya, en cuya fabricación su constructor combinó ciencia y estética para producir sonidos perfectos.

Destacó el apoyo del arquitecto Francisco Ríos, delegado del INAH en este   esfuerzo conjunto para rescatar el órgano tubular de Catedral,  considerado una joya musical por su capacidad sonora y su valor estético e histórico,  fabricado a finales del siglo XIX y estrenado el 7 de mayo de 1899, justo cuando se terminó de construir la parroquia de la hoy Catedral de la Inmaculada Concepción. 

Es el único que existe en México y solo hay seis de este tipo en el mundo.