La terraza de la Galería Point, en pleno Centro Histórico de Mazatlán, se transformó en un escenario íntimo y lleno de encanto con la presentación de “Noche Bohemia”, protagonizada por la mezzosoprano Ángela Rodríguez, alumna del Instituto de Cultura de Mazatlán e integrante del Coro Ángela Peralta, dirigido por la maestra María Murillo, acompañada del pianista Sergio Castellanos y un grupo de solistas invitados. Bajo un cielo iluminado por guirnaldas de luces, la velada reunió voces, emociones y recuerdos musicales que conectaron profundamente con el público.
La velada inició con “Alma mía”, de María Grever, en la voz de Ángela Rodríguez, quien con su timbre cálido y expresivo inauguró un recorrido musical que transitó entre el bolero, la canción romántica y las melodías icónicas del repertorio popular latinoamericano. Posteriormente, Fernando Vázquez interpretó “Contigo aprendí”, seguido de Yolanda Lizárraga con una delicada versión de “Quizá, quizá, quizá”.
La diversidad de intérpretes enriqueció la atmósfera, Óscar Urquidi emocionó con “Noche de Ronda”, Darynka Olmos con “Frenesí” y Jorge Palacios con “Sabor a mí”. También brillaron las voces de María Murillo con “Mi amor por ti”, Othoniel Tobías con “Solamente una vez” y Marysol Calles con “Amor de mis amores”. El público vibró con la interpretación de Alfredo Torres, quien dio vida tanto a “El triste” como a “La gata bajo la lluvia”.
Ángela Rodríguez volvió al escenario con “Cómo han pasado los años”, mostrando su madurez interpretativa y una sensibilidad que conmovió a los presentes. La noche continuó con Julio Rochín (“Perfidia”), Liliana Escobedo (“Lejos de ti”), Itzel Furichi (“Amapola”) y nuevamente Marysol Calles con “Júrame”.
Uno de los momentos más esperados llegó con “Bésame mucho”, en la voz de Rodríguez, que selló la velada con un aura de complicidad y nostalgia. Como broche final, todos los artistas se unieron en el encore con “Noches de Mazatlán”, despertando ovaciones y aplausos de un público entregado.
Además del éxito de esta presentación, Ángela Rodríguez vive un momento trascendental en su carrera, su aceptación en el Taller de Ópera de Sinaloa, un espacio formativo que representa un peldaño decisivo para el perfeccionamiento de su técnica vocal y su desarrollo escénico.
La cantante mazatleca, que ya ha demostrado su versatilidad en géneros como el bolero y la canción popular, comienza así a proyectar su voz hacia escenarios mayores dentro del panorama lírico.
“Noche Bohemia” fue más que un concierto, fue un encuentro de voces amigas, una celebración de la música como refugio emocional y una muestra del talento artístico que florece en Mazatlán. La trayectoria de Ángela Rodríguez apenas comienza a escribir sus páginas más brillantes, pero esta velada demostró que cuenta con la entrega, la disciplina y la sensibilidad para dejar huella.