Reavivan la polémica sobre el edificio
inaugurado el primero de junio de 1946,
y abandonado desde los años 80s
La moneda sigue en el aire: ¿se debe tirar o no l Casa del Marino?
Este viejo edificio fue inaugurado el primero de junio de 1946, por el presidente Manuel Ávila Camacho para albergar a los marinos que por alguna razón e quedaran varados en la ciudad, pero al finalizar los años setenta ya no tenía motivo para su operación. Desapareció hasta el elegante casino Naval que estaba en su ala sur, y no ha vuelto a ser utilizado en asunto formal alguno.
Periódicamente se habla de derribarlo, pero un sector de los marinos mercantes se ha opuesto sistemáticamente. En 1998 conformaron una asociación Pro Rescate de la Casa del Marino, pero no han rescatado nada. El edificio se sigue deteriorando y hoy cuesta tanto rescatarlo como construirlo nuevo. Y si de demolerlo se trata, también tiene su costo, y en cifras millonarias.
Arrancando la semana, tres exalcaldes se presentaron con el presidente municipal en turno para pedirle el derribo de la Casa. Carlos Felton no les contestó nada, como ocurre entre políticos, pero los mandó contentos de regreso.
Las opiniones están divididas casi por partes iguales. Algunos piensan que debe ser derribada; otros quieren conservarla en atención a los presuntos merecimientos artísticos o históricos que muchos enarbolan y otros desmienten.
Los que quieren derrumbarla argumentan que se debe liberar la vista del mar y sobre todo permitir un aprovechamiento más cabal del Fuerte 31 de marzo, que se encuentra detrás de la casa del marino. Los marinos mercantes anuncian que insttalarán ahí un museo del mar ye n la planta alta un albergue para estudiantes de la Náutica que deban venir a hacer revalidaciones.
Este es un debae que ya se prolonga por veintiocho años, sin que hasa el momento haya una decisión.
