Sin Línea

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*AMLO, Culiacán y su “Guerra de 4 Horas”
*El Químico, También un Año Difícil
*El agarre con los medios y otros

AMLO, CULIACÁN Y SU GUERRA DE 4 HRS.
El propio Presidente de la República reconoció que su primer año de gobierno ha enfrentado problemas difíciles, complejos, como lo fueron las “4 horas de guerra” en Culiacán el 17 de octubre, llamado el “jueves negro”, pero también la masacre de la familia LeBarón, en Chihuahua, donde murieron 9 personas, algunos niños asesinados por sicarios. El tema de los aranceles con Estados Unidos, la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, y el asilo político otorgado a Evo Morales, son también asuntos que dejan huella en este año.

El mandatario federal consideró que uno de los momentos más doloroso y que más le afectó en lo personal fue la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, un hecho lamentable que dejó 137 muertos.

Varios pobladores de dicho municipio hidalguense, entre ellos mujeres y menores de edad, se unieron a la ordeña ilegal de combustible de un ducto de Pemex, cercano a la carretera Teltipan-Tlahuelilpan, que derivó en la tragedia, ocurrida el 18 de enero de este año.

Durante su conferencia matutina, López Obrador mencionó como segundo evento la crisis por los aranceles que pretendía imponer Estados Unidos a productos mexicanos, y el cual calificó como “un momento delicado” del que se “salió adelante”.

Luego, como tercer hecho difícil que tuvo que enfrentar en su primer año de gestión, mencionó el operativo en Sinaloa, el 17 de octubre pasado, en el que se detuvo a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y que fue liberado el mismo día para evitar ataques a la población.

López Obrador comentó que ese suceso podría considerarse como “la guerra más breve en la historia, una guerra de cuatro horas”; el mandatario afirmó que su administración actuó de la mejor manera al decidir la liberación de Ovidio Guzmán, para salvaguardar la integridad de los pobladores.

Como otro momento doloroso, el presidente se refirió al asesinato de nueve integrantes de la familia LeBarón, en el municipio de Bavispe, Sonora, en los límites con Chihuahua, el 4 de noviembre pasado.

EL QUÍMICO, TAMBIÉN UN AÑO DIFÍCIL

En lo local hay que mencionar que también el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres ha tenido un año difícil, pero las inercias de una economía de la construcción e inmobiliaria, con fuerte inversión privada y alguna estatal, no lo han dejado de la mano de Dios. Inversión municipal fue poca y si no que nos digan los números, porque lo que presume el secretario de Desarrollo Económico y Turismo, David González Torrentera, son los más de 19 mil millones de inversión privada en los desarrollos turísticos.

Al contrario, ha habido frenos para algunos desarrolladores que han llevado sus quejas hasta el Congreso del Estado.

EL AGARRE CON LOS MEDIOS Y OTROS
El alcalde marismeño se ha enfrentado con representantes de la iniciativa privada como la familia Toledo Corro, a través de la concesión del estadio de Los Venados, el “Teodoro Mariscal”, con Rodolfo Madero, del Grupo Madero, que invierte en la obra “Camino al Mar”, en donde se construyen 306 condominios y una importante área comercial.

El químico ha tenido enfrentamientos hasta con el Gobernador Ordaz Coppel, quien por cierto ha tenido mucha paciencia, primero con las obras del Centro Histórico y el malecón, después con las quejas infundadas del alcalde de que el Gobierno del Estado no hizo más que una obra este año; luego con no apoyar el turismo y ahora hasta con la seguridad pública, pues quiere sacar a la Policía Estatal del municipio cuando la ley y la realidad dice todo lo contrario.

Bueno hasta con los medios de comunicación se ha metido el alcalde al acusarlos, como su “gurú nacional”, de prensa fifí. Hasta en esto, el químico sigue siendo una mala copia de su mentor nacional.