*Debe coronarse como “Jefa de Estado”
*Profundizar en cambios para México
Hay que darle el derecho de la duda a Claudia Sheinbaum en la Presidencia de la República por el hecho de que es mujer; las mujeres de este país quieren un México más justo y acompañemos -también los hombres-, a esta mujer como Presidenta y se “corone realmente como una Jefa de Estado; hoy lo que veo es a una Presidenta Electa sola, atajada por distintos grupos políticos del movimiento al que ella pertenece; atrapada por nombramientos del todavía hoy Presidente de la República; limitada en los espacios desde donde ella podría profundizar en los cambios que México necesita”, afirma el académico, catedrático y politólogo, Juan Alfonso Mejía.
Sin embargo, mi esperanza “es que todo gabinete tiene tiempos y quizás este es el inicio de su gabinete, falta llegar a medio gobierno y el final del mandato, pero en este tiempo la veo muy sola”, agrega el maestro de la UAS.
Claudia Sheinbaum “siendo una científica me gustaría verla apostando a una política donde la razón este en medio del debate público y no la sinrazón que caracteriza al que todavía hoy gobierna; espero que eso lo cambie, pero eso todavía hoy no lo veo”, subraya Mejia, ex candidato a una diputación federal.
Apunta que no hay frustración por las derrotas electorales pasadas y la oposición debe entender el llamado que los electores hicieron en las urnas para encontrar un nuevo horizonte político, con raíces concretas; es una llamada de atención para construir un proyecto que nos de viabilidad de futuro y no tanto hablar de un fraude electoral.
Los electores también le exigen actitudes diferentes a quienes gobiernan, prácticas diferentes de sus liderazgos, modos de organización y de gobierno; no hay alternancia si no hay alternativa; el PRI y PAN tienen que ser alternativa, aunque no haya habido buenos resultados en los comicios; estos partidos tienen que abrirse a nuevos liderazgos y nuevas militancias como ya ha sucedido en el pasado, por ejemplo en 1985, con don Luis H. Álvarez.
Mejía, como politólogo, reitera en que tiene que haber un horizonte claro de lo que desea la oposición y eso no se construye con miras a una próxima elección en tres años, sino una mayor claridad al mediano y largo plazo; aquí es donde la oposición tiene mucho que trabajar.