El cruce de ferrocarril en la avenida Santa Rosa sigue siendo uno de los más conflictivos de la ciudad de Mazatlán porque a más de eventuales accidentes menores, las paradas de las góndolas o vagones provocan largos y prologados embotellamientos de hasta media hora, dicen algunos automovilistas que se ven atrapados en algunos momentos del día.
Algunos se quejan de las plumas que no sirven, pero la verdad es que si funcionan y los que es peor son los propios conductores de vehículos que en su desesperación de ganarle al tren se pasan por los acotamientos con peligro de ser arrollados.
Hay fotografías de estas arriesgadas situaciones que ponen en riesgo la integridad física de lo osados y a la vez irresponsables conductores.
En la caseta de este cruce hay un empleado del Ayuntamiento de Mazatlán porque los trabajadores de Ferromex abandonaron todas las casetas de vigilancia, quien está al pendiente de bajar las plumas cuando el ferrocarril anuncia su llegada o cruce por esa avenida. Dice que las plumas funciona, pero que muchos conductores no las respetan y se avientan al peligro de un encontronazo con los trenes.
Es cierto, en este cruce está muy cerca la terminal del ferrocarril y para entrar a los patios o hacer maniobras los largos trenes tienen que parar y la cauda o cola de vagones llega hasta la avenida Santa Rosa. Lo ideal en el futuro, sería construir un puente vehicular, pero por hoy esta vía cuando pasa el tren, es imposible transitarla; claro, siempre hay otras avenidas alternas.
