*Venganzas y debilitar a grupos
*Vargas viejos desencuentros
Hay varias hipótesis sobre la caída de los tres principales alcaldes de norte, centro y sur de Sinaloa: Gerardo Vargas Landeros, Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo Benítez Torres, y que tiene que ver con una “venganza política”, pues esos personajes se opusieron a la candidatura de Rubén Rocha Moya como candidato al gobierno del estado; la otra es debilitar a los grupos políticos y pretender dejar un candidato a la gubernatura en el 2027 que “le cuide la espalda a Rocha”. Los tres ex alcaldes fueron “eliminados políticamente”, reiteró el abogado y ex director de Gobierno y del Jurídico de Mazatlán, Antonio Aguilar Colado.
Si en este año fueran las elecciones no hay duda que por la equidad de género en Morena, la aspirante sería Imelda Castro, senadora de la República, y si fuera hombre, Rocha Moya iría con el senador Enrique Inzunza, aunque “sería el peor candidato, pero entre los dos mantienen el poder en Sinaloa”.
El experto en el Derecho dijo que los pleitos con Vargas Landeros y el gobernador vienen desde el momento en que el mochitense no permitió que el mandatario le impusiera ningún funcionario en su gobierno que no fuera de sus confianzas; ahora, por unos “contratos mal hechos de patrullas renta le fincan responsabilidades; no hay ningún alcalde en Sinaloa que no tenga manchas en sus administraciones o contratos públicos irregulares”, apuntó Aguilar Colado.
Incluso, dijo que vale la pena recordar que sus cuentas públicas de años pasados, porque Vargas Landeros iba a un segundo periodo en reelección, habían sido aprobadas. “Todo esto es una farsa política y demuestra el poder extremo que tiene Rocha Moya”, precisó.
Aguilar Colado señaló que no son las mismas condiciones políticas de hace cuatro años; hoy “Sinaloa es un polvorín político en donde Morena está perdiendo muchos adeptos por el mal gobierno no sólo en la gubernatura, sino en los principales municipios; el morenismo se está devaluando”.
En la pregunta, el litigante dijo que a Tere Guerra, líder del Congreso, no le ve la capacidad suficiente para la gubernatura; es sólo un alfil. “Creo que Rocha Moya no va llegar con la suficiente fuerza al término de su mandato como para decidir su relevo”, apuntó.