De acuerdo con el decreto, su objetivo es enjuiciar a cualquier persona o entidad que participe en los esfuerzos por incitar a la violencia u otra actividad ilegal en relación con disturbios y actos de vandalismo.
Los manifestantes que decidieron irrumpir el día de ayer dentro del Capitolio ubicado en Washington, D.C podrían enfrentar hasta 10 años de prisión, esto debido a una modificación en la ley aprobada hace unos meses por el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y en donde se pide prisión máximas en los casos de arresto por vandalismo contra el patrimonio nacional.
Durante el movimiento Black Lives Matters, que tuvo fuerza a mediados del año pasado, y donde diversas manifestaciones en gran parte de Estados Unidos, tuvieron como consecuencia daños a inmuebles e incluso a algunos edificios de gobierno.
Al respecto, a finales del mes de junio pasado, Trump decidió emitir un decreto instando a la Fiscalía a solicitar penas de prisión máxima en los casos de arresto por vandalismo en contra del patrimonio nacional. Esto después de una oleada de derribos y de que los manifestantes hubieran amenazado con tirar estatuas, entre ellas la de Abraham Lincoln.
De acuerdo con el decreto, su objetivo es enjuiciar, en la medida que las leyes lo permitan, a cualquier persona o entidad que participe en los esfuerzos por incitar a la violencia u otra actividad ilegal en relación con los disturbios y actos de vandalismo.
Ahora, frente a la manifestación presentada el día de ayer, quienes resulten responsables podrían ser investigados y enjuiciados tomando en cuenta que el Capitolio de los Estados Unidos es un edificio histórico.
Por su parte, el fiscal general interino, Jeffrey Rosen, aseguró que los alborotadores que ingresaron al Capitolio enfrentarían todas las consecuencias de sus acciones de acuerdo con la ley.
Información por MILENIO