*Pide Heriberto Galindo a la Sepyc que se mejoren sus condiciones y se entregue el registro a la secundaria de nueva creación
Tras considerar ofensivas las condiciones de la escuela primaria del fraccionamiento Santa Fe, el diputado federal Heriberto Galindo inició gestiones ante la Sepyc para que se construya el edificio, se le dote de mobiliario adecuado, y se otorgue el registro a la escuela secundaria, que está en peligro de desaparecer.
Tras una jornada de entrega de cobijas a personas de escasos recursos, realizada en la plazuela de ese asentamiento, Galindo Quiñones se reunió con padres de familia y analizó la situación del plantel, que no sólo tiene paredes de tablas intercaladas que dejan pasar el viento, la lluvia, el sol, sino que además está techado con láminas agujeradas que ya prácticamente no protegen nada.
Delante de los padres de familia se comunicó con el secretario de Educación Pública y Cultura, quien a través del altavoz conoció las demandas directamente de los padres, y se comprometió a hacer todos los esfuerzos por mejorar las condiciones físicas e la escuela y también a mantener las gestiones en torno al registro de la secundaria.
Como se ha informado, en Santa Fe funciona una secundaria con carácter provisional, que por disposiciones de las autoridades ya no recibirá más inscripción y se irá cerrando conforme a un calendario de reubicación del alumnado, buscando canalizar a los muchachos hacia una escuela de la Flores Magón y otra de El Castillo, distantes a por lo menos dos kilómetros del fraccionamiento.
Galindo Quiñones, acompañado de los diputados Francisca Corrales Corrales y almirante Raúl Galván Villanueva, advirtió a los colonos que no iban a pedirles nada, sino a entregarles un apoyo al que calificó de muy modesto, de muy poco valor, pero que simboliza el propósito de obtener y entregar apoyos que palien las dificultades económicas de las familias.
Después de la entrega de cobijas fueron a la escuela, donde se encontraron con un panorama deplorable que el propio legislador calificó como ofensivo, sobre todo para los niños que deben recibir educación bajo esas condiciones.