Reencuentro 22 Marzo

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+ Puro Sinaloa, programa insignia de Quirino
+ Ahora en Teacapán entrega más resultados
+ Se cumplen 25 años sin Luis Donaldo Colosio
+ Su decálogo, vigente y no se cumple en el PRI
+ Ahome: continúa crisis de ingobernabilidad
+ Diputados buscan ley a desaparición forzada

Por Heriberto Millán G.
heribertomilláng@gmail.com

Cuando estuvimos en su campaña, Quirino Ordaz luego de recorrer algunos campos pesqueros y sindicaturas, puso en su disco duro la idea de escuchar y atender muy de cerca a esa población endeble. Alentaron su proceder en el que ahora es su programa insignia, “Puro Sinaloa”, jornadas que han sido ejemplares y bien aprovechadas. A su equipo de trabajo instruyó tener esa cercanía a la hora de programar la agenda de actividades.
Hoy podemos constatar que calaron hondo las necesidades de atención a la gente.
Los resultados a poco más de dos años de distancia ahí están; reflejan no solamente su voluntad y decisión de atender a las clases marginadas, a los que menos tienen, sino que esas jornadas ejemplifican claramente para la sociedad, que el de Quirino, “es un gobierno humano”.

Una más de esas jornadas en Teacapán, en el municipio de Escuinapa, la frontera con Nayarit. Seguramente habrá muchos más por todos los rincones de la geografía sinaloense.
Y dejó constancia de su voluntad por ayudar al anunciar la rehabilitación de la carretera a ese campo pesquero además de una inversión de 2.5 millones de pesos para el alumbrado público de Escuinapa, la cabecera municipal. Desde luego, acercar los servicios que la administración estatal ofrece a la comunidad más marginada.
Mañana se conmemora el 25 aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio, el malogrado candidato a la presidencia de México. Una bala asesina, nos dicen disparada por el solitario agresor, Mario Aburto, truncó la posibilidad de un político que se distinguió por su honorabilidad y buenos deseos para el priismo y para el pueblo.
Tienen vigencia muchos de sus legados discursivos, como el del 6 de marzo de ese infausto 1994. “Veo un México con hambre y con sed de justicia”, pero también un decálogo, como tareas a realizar cuando anteriormente había tomado protesta como dirigente nacional del ahora vapuleado PRI.
Son las mismas que debería tener en este momento el PRI.

Primero, desde entonces, no partir de cifras complacientes y conocer su militancia real. Actualmente tarea inacabada después del desastre de 2018.
Segundo, impulsar el paso de los militantes más capaces hacia la administración pública. Y se hizo, pero de qué manera. Hoy muchos son cuestionados.
Tercero, Reagrupar las fuerzas del partido, donde estén, todos, tienen hoy una tarea concreta de partido que cumplir.
Cuarto, fortalecer a sectores con estructura territorial. Movilizar todo el partido, todo el tiempo y en todos lugares, es una frase de su autoría que hoy prevalece en los discursos.
Y una más, “vamos a enfrentar a unos y otros, unidos, contra la apatía, la simulación, el inmovilismo, la antidemocracia y la oposición”. Nada se llevó a cabo, fue la autodestrucción.
Quinto, hacer valer su ideología, que todos los priistas conozcan mejor principios y programas. Todo, sin embargo, luce perdido en el horizonte como también su identidad. Así de sencillo, no están preparados para el debate, como planteó Colosio.
Sexto, mantener movilizado al partido, en su estructura territorial con programas permanentes de comunicación política entre dirigentes y militantes. Por el contrario, salvo en raras ocasiones, lo que existe es inmovilidad.
Séptimo, restablecer la disciplina interna del partido, que es confianza, creencia, pasión y entrega, integridad y orgullo de pertenencia. Con ello, buscaba poner un dique a la militancia efímera y al chantaje permanente, lo que después se haría un vicio. Cualquiera podía chantajear al partido, ahora quien sabe, voltean a otros partidos.
Octavo, abandonar utilización puramente electoral, tampoco se pudo, resultados saltan a la vista.
Noveno, respetar y revalorar años y carrera de partido de los militantes. Imposible, no se respetó y Colosio pugnaba porque la militancia con arraigo, capacidad y lealtad, fueran los principios para alcanzar una candidatura de partido. Hoy se sueña con eso todavía.
Décimo, la unidad debe ser activa como consigna. Es la fortaleza de sectores y organizaciones con su proyecto político. La unidad está fragmentada y perdida.

Como se advierte, son las tareas de siempre. Hoy el partido debería tenerlas si en realidad buscan recuperar parte de lo perdido, pero no advertimos que lo estén haciendo. Quizá hasta que cambien de dirigencia nacional en el próximo mes de julio. Remar contra la corriente.
Impredecible también el comportamiento de la militancia que acuda a refrendarse ante el partido.

En Ahome, continúa la crisis de ingobernabilidad provocada por los mismos regidores que ayer reventaron la sesión de Cabildo porque no se puso en el orden del día la remoción que solicitaron, por unanimidad, en contra de Andrés Estrada el Secretario del Ayuntamiento.
El pretexto que la solicitud no fue consensuada con anticipación, ahora habrá que esperar a que mañana se reincorpore el alcalde Billy Chapman tras la licencia que solicitó y que ya concluyó. Veremos qué salida le encuentra al asunto, en víspera de elección de síndicos municipales, puesto que los regidores están firmes que renuncie o lo corran, de plano.
Al reventar la sesión simplemente cumplieron su advertencia. “Si no está en el orden del día, no habrá sesión”. Primera vez que se presenta una situación de este tipo.
Veremos.

Para cerrar nuestra tarea, acusamos recibo de la información que nos envía la compañera Claudia Beltrán, desde el Congreso del Estado, donde se trabaja para tener la mejor ley que atienda la desaparición forzada.
Es decir, que Sinaloa tenga esa legislación para atender un problema tan sensible. Están abocados en conjunto, diputados, Derechos Humanos y organismos y personas interesadas en el tema.