“Fracaso monumental” del operativo en Culiacán: Meyer; “no quisiera ver el regreso a las estrategias calderonistas”: Dresser

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«A AMLO le faltan 5 años y más le vale que tome a Sinaloa como un ejemplo de lo que está mal», indicó Sergio Aguayo en la Mesa Política de este lunes.

El historiador Lorenzo Meyer no tiene duda de que el operativo fallido en Culiacán, donde se dejó libre a Ovidio Guzmán, humilló al gobierno, al Ejército y a la Guardia Nacional, por lo que se debe responder de alguna manera, como con la recaptura para lavar esta afrenta.

En la Mesa Política de este lunes, el doctor aseguró que el “operativo fue un fracaso monumental” y “hay que reconocer que es un fracaso en grande, no hay forma de minimizarlo; este es un fracaso de la inteligencia mexicana, no es posible que hayan intentado la operación para captura del hijo del Chapo con 40 efectivos, es ridículo, ¿a quién se le ocurrió ir en esa dirección?”.

“Hay que aceptar que fue un fracaso, pero de los fracasos se puede aprender y en realidad no hay éxitos si antes no hay fracasos… hay que rehacer el aparato de seguridad”, planteó.

“Si ya se nos había anunciado que no iban a ir por los capos, para qué fueron y tan improvisados, ¿porque los Estados Unidos lo pidieron?, ¿porque la DEA llegó? La DEA es una maldición para nosotros”, expuso.

No obstante, apuntó que si detienen a Ovidio llegaría otro al frente del Cártel de Sinaloa, pero en este caso preguntó si hay que capturarlo para lavar esta afrenta; “ahora sí hay que hacerlo y en grande, es una pregunta, el Ejército tiene que responder de alguna manera, es su prestigio”.

Preguntó “¿por qué tenemos que hacerle caso a EU?, ¿por qué si la DEA quiere a un capo (en México le hacen caso)?… primero que se corte el ingreso de armas, pero ellos no cortan nada de eso… la cacería de cabezas produce mayor intensidad de la violencia; es un problema que en caso de que se logre resolver va a tomar tiempo, quizá esa es una de las lecciones de Sinaloa”.

En el tema coincidió la politóloga Denise Dresser, quien recordó que “esto inicia a raíz de una orden de extradición que exige el gobierno de Trump”. 

Pero “¿por qué se llevó a cabo este operativo el día en que se sugirió? y si no se hicieron concesiones significativas al gobierno estadounidense se enviaron a tan pocos elementos. No se contaba con orden de cateo, al ver que la ciudad se llenaba de convoyes de narcotraficantes no llegaron refuerzos”.

Lo que exhibe lo ocurrido el pasado jueves es “un grado de descoordinación muy peligroso”, además “cómo explicar que Durazo que dé una explicación falsa por la noche”.

Anotó también el “éxodo de familias de militares que fueron tomados como rehenes y no sabemos si eso orilló a suspender el operativo, no sabemos si la guardia tomó preso a Ovidio y se tomó la decisión de liberarlo, ¿en dónde recae la cadena de mando sobre decisiones fundamentales?”.

Por ello, observó que lo ocurrido fue como “patear el avispero sin estrategia”, lo que deja una “sensación de desamparo, de preguntarse dónde está el Estado, para qué ordenar la aprehensión de Ovidio Guzmán, por qué insisten en querer reducir la confrontación pero la provocan”.

Esto hará “que cualquier otro grupo siga la misma estrategia para lograr sus objetivos”, consideró aunque dejó claro que “no quisiera ver el regreso a las estrategias calderonistas” que tampoco funcionaron.

“Pero esta estrategia no parece estar conteniendo la violencia”, refirió.

Cuestionó si estamos condenados a que nos coloquen en la falta disyuntiva: mano dura o mano ineficaz; ¿quién gobierna ahora en Culiacán y en otros estados? El gobierno o quienes están logrando doblegarlo”. 

Dresser mencionó que “este gobierno hizo campaña sobre que iba a pacificar el país con una nueva estrategia, se habló de la despenalización de las drogas, esa estrategia se tendría que instrumentar si se quiere una paz verdadera en Cualiacán”.

Aunque se diga que la guerra terminó, alerto que lo que podría ocurrir es una pax narca, es decir un trueque para dejar de combatir a las organizaciones criminales, a cambio de que éstas dejen de sembrar muertos en el país.

Por ello insistió en que la solución de largo plazo es despenalizar las drogas o de lo contrario “se van a repetir las mismas cifras de cementerio que venimos arrastrando desde la era de Felipe Calderón”. 

En tanto, el académico Sergio Aguayo dijo que hubo una “mezcla de aciertos y errores que se van alternando” en el operativo en Culiacán.

Lo que sí observó fue la “capacidad (del Cártel de Sinaloa) de apoderarse de los puntos estratégicos para someter a las fuerzas del Estado con un plan bien estructurado”.

Además, dejó ver que “no existe una crisis de liderazgo al interior del Cártel de Sinaloa” tras la detención y extradición del Chapo, que ya fue procesada y asumida.

“El presidente AMLO había sido muy cuidadoso cuando hablaba de seguridad… Culiacán lo sacudió tanto que los malos parecen ser los periodistas críticos que no reconocen las bondades de la cuarta transformación… se equivoca al meter a la estrategia de seguridad en la dicotomía”, refirió sobre el “regaño” que recibió un reportero de Reforma el viernes pasado cuando le preguntó al presidente si no consideraba que su estrategia estaba fracasando.

Aguayo añadió que a AMLO le faltan 5 años y más le vale que tome a Sinaloa como un ejemplo de lo que está mal y hagan las correcciones indispensables no solo para reconocer un operativo fallido sino para corregir una estrategia que no está funcionando en algunos aspectos.

Culiacán no debió de haber sucedido porque la política de capturar a los grandes capos es una propuesta estadounidense, la estrategia para atacar a los reyes, porque a ellos les funcionó”, concluyó.