GINEBRA, Suiza.- El número de muertes atribuidas directa o indirectamente a la pandemia de COVID-19 fueron subestimadas, confirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS), que este jueves estimó que el total de decesos en realidad se eleva a 14.9 millones, frente a los 6.2 millones notificados oficialmente.
Los expertos de la OMS calculan que 14.9 millones de muertes pueden asociarse a la pandemia, lo que representa el punto medio entre un mínimo de 13.3 millones y un máximo de 16.6 millones de fallecimientos contabilizadas del 1 de enero de 2020 al 31 de diciembre de 2021.
Ese total incluye los 6.2 millones de decesos por COVID notificados oficialmente a la OMS por sus 194 países miembros.
“Muertes en exceso” por COVID
El resto corresponde a muertes causadas por el COVID pero que no fueron notificadas como tales, así como aquellas causadas por otras enfermedades que no pudieron ser atendidas debido a la sobrecarga que sufrieron los sistemas sanitarios en la etapa aguda de la pandemia.
La organización ha llamado a este cálculo “muertes en exceso”, es decir la diferencia entre las muertes que ocurrieron en ese periodo de dos años y las esperadas sin pandemia.
En este resultado también han influido muertes que desde cierto punto de vista se “evitaron” debido a que los confinamientos redujeron el riesgo de accidentes de tráfico y ocupacionales, explicaron los expertos en una rueda de prensa.
“Nos enfocamos en muertes en exceso porque sabemos que en muchos países los datos procedentes de los test eran insuficientes. También sabemos que no todos los países tienen un sistema de certificación (de fallecimientos) que cumpla con las prácticas estándar”, dijo el experto en estadísticas de la OMS, William Msemburi.
El 68% de mortalidad se concentró en 10 países
Es por ello que a pesar de que los modelos matemáticos utilizados por la organización son fiables, calcular cuántas muertes fueron por COVID no reportado y cuántas por otras dolencias crónicas sin tratar es una labor que requiere de la colecta de datos adicionales, explicó.
Decenas de países de renta media-baja no notificaron de manera general las causas de muertes, indicó.
El 68 por ciento del exceso de mortalidad se concentró solo en 10 países del mundo, en general países con grandes poblaciones y fuertemente golpeados por el COVID-19, según los datos difundidos este jueves por el organismo de la ONU.
El mayor número real de muertes relacionadas con el COVID se registró en India (4.7 millones), seguida de Rusia e Indonesia (más de un millón cada uno) y Estados Unidos (932 mil).
A continuación figuran Brasil (681 mil 267), México (626 mil 217), Perú (289 mil 668), Turquía (264 mil 041), Egipto (251 mil 102) y Sudáfrica (238 mil 671).
Las cifras también indican que la mortalidad fue mayor entre hombres que entre mujeres, con los primeros que representaron el 57 por ciento de fallecidos, frente al 43 por ciento de las segundas.
“Estos datos no sólo apuntan al impacto de la pandemia, sino a la necesidad de que todos los países inviertan en sistemas sanitarios más fuertes que sean capaces de mantener los servicios sanitarios en tiempos de crisis, y que tengan sistemas de información sanitaria fuertes”, declaró el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Medir el exceso de la mortalidad (con respecto a tiempos normales) es esencial para entender el impacto de la pandemia”, dijo por su parte el director general adjunto de emergencias de la OMS, Socé Fall.
“Hay que comprender la situación de los países que no tuvieron la capacidad de reportar todas las muertes, ni siquiera las causadas directamente porque la víctima no había pasado por un test. En otros países hubo interrupción de la atención para los enfermos crónicos porque el sistema y el personal estaban totalmente dedicados a la pandemia”, explicó.