Mazatlán, Sinaloa, 6 de noviembre de 2025.-
La majestuosa Catedral Basílica de Mazatlán se convirtió la noche del miércoles 5 de noviembre en un escenario de profunda resonancia musical, al acoger el concierto inaugural de la Segunda Edición del Festival de Metales del Pacífico, un encuentro internacional que celebra el talento, la cultura y el espíritu musical que distingue a Mazatlán.

Bajo las cúpulas doradas del templo, los metales iluminaron la noche con un programa de alta exigencia interpretativa a cargo de Javier Rossetto (trompeta, Venezuela), Dariusz Mikulski (corno, Polonia) y los pianistas Tanya Orlova y Elías Esparza, este último egresado del Centro Municipal de Artes del Instituto de Cultura de Mazatlán.

El guion ceremonial subrayó la grandeza del momento: “Nos encontramos en este recinto majestuoso para dar inicio a una jornada que une el arte, la historia y la devoción por la música”. Así se dio apertura a una velada en la que el sonido de los metales dialogó con la arquitectura sacra del templo, exaltando el poder espiritual de la música.
El Festival de Metales del Pacífico forma parte del movimiento artístico que impulsa el Gobierno de Mazatlán a través del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte, con el apoyo de Lizos Music, NOC Orquesta, El Cid Resorts, Museo de Arte de Mazatlán, SAS y Gobierno del Estado de Sinaloa a través de la Secretaría de Turismo, entre otros aliados que fortalecen el vínculo entre educación, creación e intercambio cultural.

El orgullo de Mazatlán en el piano
En entrevista, Elías Esparza expresó el profundo significado que tuvo para él participar en este concierto junto a figuras internacionales.
“Estoy muy agradecido de que me hayan considerado para acompañar a Dariusz, un gran cornista y un gran músico. Para mí es un orgullo ser de Mazatlán, y poder acompañar a artistas de este nivel en mi tierra, es algo muy especial”, comentó el pianista.
Sobre la obra interpretada, Elías Esparza destacó el Concierto para corno número 2 de Mozart, en versión para corno francés y piano.
“Es una obra clásica con muchos detalles, muy trabajada; cada frase exige concentración absoluta. Mientras más tiempo se dedica a estudiarla, mejor se revela su belleza”, explicó.
El joven músico también habló del privilegio de tocar en la Catedral Basílica:
“Es un recinto maravilloso, con mucha historia y una acústica espléndida. Los metales suenan de una forma especial aquí; es un lugar que inspira y en el que se siente la emoción de la música”.
El repertorio incluyó: Sarabande (Partita en la menor) – J.S. Bach (trompeta sola) –, Menuet – J.P. Rameau (piano solo) –, Intrada – A. Honegger –’, Legend – G. Enesco –, Piano solo (libre) –’, Concierto en Re Mayor según Vivaldi (RV230) BWV972 – J.S. Bach –, Concierto No. 2 para corno – W.A. Mozart –, Nun komm’ der Heiden Heiland BWV 659 – J.S. Bach – , Pièce en forme de habanera – M. Ravel.

Mazatlán se viste de música
El Festival de Metales continuará con conciertos, clases magistrales y recitales en diversos espacios de la ciudad, reafirmando a Mazatlán como un referente internacional en la formación y producción musical.
Esa noche, los aplausos en la Catedral confirmaron que los sonidos del metal también pueden ser plegarias potentes, luminosas y llenas de esperanza.










