MAXIMILIANO RUIZ EN CAMPAÑA,

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A eso de las cinco de la tarde fuimos a encontrarnos con el Candidato del Octavo Distrito Electoral, Maximiano Ruiz, candidato de MORENA. Max tiene la meta, pero sobre todo, la seguridad de que se convertirá en diputado federal. Y cuando Max de propone algo sálvese el que pueda, porque lo cumple.

No lo encontramos en Villa Tutuli, una colonia olvidada de Dios y del gobierno. Al caminar por sus calles y callejones a recordé con tristeza aquella canción que me hacía llorar en mi juventud: Que triste se oye la lluvia/ en los techos de cartón/ que triste vive mi gente/ en las casas de cartón… Nos saludamos y no pusimos a platicar sobre el perfil de su campaña, interrumpida a veces porque se tenía que conversar con la gente. Nos dijo más que se sentía muy optimista, con buena salud y con una energía que le permitiría visitar casa por casa a cada unos de los ciudadanos que habitan este distrito que recorría.

Ante una de nuestras preguntas nos respondió que sus metas fundamentales, cuando llegará a la cámara de diputados, sería combatir frontalmente la corrupción para que la clase política no se siguiera robando el dinero que podría mejorar la vida de millones mexicanos, como los esta colonia donde imperaba la pobreza extrema.

Sobre los jóvenes nos comentó que, como los de Villa Tutuli, carecían de trabajo, de escuela y, agregó con cierta poesía, de esperanza. Y que llegando a Cámara promovería leyes para mejorar la vida de los jóvenes y que impediría que las redes sociales, por donde éstos se expresan, fueran silenciadas como pretenden algunos sectores del gobierno.

De qué no charlamos. Pero la tarde fue perdiendo su luz y tuvimos que despedirnos. La entrevista terminó. La entrevista había terminado. Cuando nos despedidos me fui fumando la canción de Jacinto Cenobio: En la capital lo hallé en un mercado/ con su mecapal descargando un carro. Le dije padrino lo andaba buscando./ Me dijo un favor/ vo’a pedirle ahijado/ que a naiden le cuente/ que me ha encontrado….

Villa Tutuli me hizo recordar que en este comedor siempre el pobre desmerece…