María del Rosario Ordaz Verde, comandante y con rango de policía tercera, 29 años de edad y 10 en la corporación policiaca, es una mujer que inspira a las demás mujeres a ser mejores sin importar en la trinchera donde estén. Rosario decidió servir a la sociedad y, en su tiempo libre, terminó la carrera de Derecho y ahora quiere ser maestra de los propios policías. Siente que no sólo servir de agente, sino el educar es su vocación.
Entrevistada en las instalaciones de la propia Secretaría de Seguridad Pública, cuyo titular es Jaime Othoniel Barrón, María del Rosario es madre de tres niños, que son su adoración, y cuando sale de su casa, arreglada para el trabajo de policía y con su moño rojo en el pelo al verse en el espejo, dice que tendrá todo el cuidado en su trabajo para regresar sana a su casa; seguir viendo, educando y amando a sus hijos.
Dice que el aumento de las mujeres policía en la corporación le está dando imagen diferente, más humana, de credibilidad y confianza en la policía.
María del Rosario afirma que como todos a veces tiene miedo de su trabajo por los riesgos y la inseguridad misma que se vive, pero se antepone y señala que su labor es cuidar y ofrecer seguridad a los demás. “Me gusta ser policía, incluso embarazada de mis hijos seguía laborando; es un trabajo bonito y me gusta ayudar a las personas”, enfatiza con orgullo la comandante Ordaz Verde.
Dice que nunca se arrepiente de ser policía y que cada día se capacita más y señala que algún día llegará a ser maestra de los mismos policías; los policías requerimos de mucha preparación.
Indicó que de mandar un mensaje a la sociedad mazatleca, apunta: “No nos juzguen tan severamente; la mayoría somos buenos policía; somos seres humanos, pero en las redes sociales a veces nos atacan de muchas maneras, como fue el caso reciente de un policía que fue herido y la gente se expresó muy mal de que al fin y al cabo es un policía; no es justo que seamos tratados con discriminación y desprecio por el hecho de ser un uniformado”.
Al final, entre bromas, se le interrogó si le gustaría ser la primera mujer secretaria de la Seguridad Pública de Mazatlán, y nada más le dio risa.
