LA RUPTURA DEL PACTO FEDERAL SON PALABRAS MAYORES.

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ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.

Hay días que condensan años y no basta acusar a quién tiró la primera piedra para que se armara la tremolina. Cierto, después de romper con la CONAGO, por considerarla una caja de resonancia del Presidente Andrés Manuel, 10 gobernadores del norte y occidente del país que conformaron la Alianza Federalista*, después de gobernar con presupuestos ordinarios en una situación extraordinaria provocada por el Covid-19 y sus secuelas económicas estuvieron exigiendo mayores recursos al Gobierno Federal para afrontar aquella catastrófica emergencia.
Por su parte AMLO construía su gobierno reduciendo el gasto público a tal grado que algunos analistas le llamaron autericidio, porque su estrategia fue no contraer deuda ni subir los impuestos, así como buscar y encontrar los “guardaditos” del presupuesto para mantener a nuestro país con una mano atrás y otra adelante, sobre todo dejó en la intemperie a millones de trabajadores desempleados y subempleados, desoyendo a quienes proponían políticas contracíclicas para palear la hambruna y para evitar que la gestión gubernamental bajara de calidad, como ha estado ocurriendo.
DE UN DEBATE NORMAL PASAMOS A LA LOCURA.
En toda esa historia de reclamos y negativas entre los gobernadores y el presidente los enconos fueron creciendo hace por lo menos dos meses, y explotaron ante la presentación en la Cámara de Diputados el raquítico presupuesto para el 2021 y la centralización de los fideicomisos. Los gobernadores, en efecto, cambiaron su narrativa: Pasaron de sus solicitudes de mayor presupuesto y empezaron a exigir con los puños apretados la revisión del pacto fiscal y, si ello no ocurría, entonces se abría la posibilidad de fracturar el Pacto Federal.
“La respuesta despreciativa que antier le dio el presidente López Obrador a los 10 gobernadores que le pidieron diálogo para revisar el Presupuesto Federal 2021, advirtiéndole que de no hacerlo podrían abandonar el pacto federal, atizó la tensión entre la Federación y en esos 10 estados (…) los mandatarios estatales anunciaron que harán “consultas populares” entre su población para preguntarles si están de acuerdo con el trato fiscal que les da el gobierno central y con el dinero de los impuestos que el centro les devuelve a sus estados (El Universal. Salvador García Soto. 28/10/2020). Vale decir que la realización de la consulta anunciada por los gobernadores, López Obrador lo consideró “muy bueno” pues la gente debe conocer toda la información.

LOCOS DE REMATE.

Algunos columnistas consideran que esta reyerta obedece al egoísmo de los gobernadores, de cuyos, estados producen un tercio del PIB en México. Creo que este gesto ha permanecido siempre pero ha mantenido sus aguas mansas, creo que esta situación estriba en todo caso al exhorbitante gasto el los proyectos proyectos faraónicos del Presidente, entre ello Dos Bocas, el Tren Maya, etc, y asimismo a amortizar la inmensa deuda de Pemex y Comisión Federal de Electricidad, que se ha vuelto impagables, pues el sureste mexicano también ha sido víctima de la austeridad republicana. Por eso el cambio de estrategia de los gobernadores me parece de mal gusto, por no decir incorrecta. Su pleito es de otra naturaleza: la Quijostesca aventura de querer fracturar el pacto federal es un error, que además les echará a millones de mexicanos encima.

Por su parte López Obrador seguirá empobreciendo más a los estados, multiplicara el número de pobres ante el rebrote de covid 19 que ya empieza aumentar el número de contagios y decesos y empobrecerá más la gestión gubernamental. A pesar de esta trifulca, López Obrador se ha mostrado tranquilo e insiste en que la gente «ya no se deja manipular, aun cuando los medios de información le den [a los opositores] todos los espacios y todo el tiempo”. Los gobernadores rebeldes estudian las leyes locales y federales para ver si la ruptura del pacto fiscal puede ser votada en las urnas en la misma jornada de comicios del año próximo. Álgame la virgen…