Atienden comedores comunitarios a cientos de personas diariamente en Mazatlán

0
135

Alimentos de calidad, preparados bajo estrictas normas de higiene, se ofrecen a los habitantes de las zonas más vulnerables del municipio

Mazatlán.- Habitantes de las colonias ubicadas en los polígonos de pobreza de la zona urbana y rural del municipio, acuden a diario a los doce comedores comunitarios que opera la Dirección de Bienestar y Desarrollo Social del Ayuntamiento.

En esos espacios voluntarias de las mismas colonias preparan desayunos y comidas que se ofrecen a la ciudadanía, a cambio de una cuota de recuperación de diez pesos, para satisfacer una de las necesidades básicas de las familias, que es la alimentación nutritiva, de calidad y bajo estrictas normas de higiene.

El director de Bienestar y Desarrollo Social, Tonatiuh Guerra Martínez, explicó que además de alimento, los comedores ofrecen un espacio de convivencia para los habitantes de la comunidad; y en la zona rural también se atiende a población flotante compuesta por migrantes, jornaleros y desplazados.

“Si bien tenemos comedores con poca demanda, tenemos comedores que rebasan la capacidad en la zona rural con los trabajadores agrícolas, desplazados y migrantes; tenemos comedores que tienen entre 130 y 150 comidas y desayunos diariamente”.

Agregó que en la zona urbana los comedores aún tienen capacidad para atender a más personas, por lo que la invitación es abierta con la finalidad de que las familias de escasos recursos, que habitan en zonas de alta marginación, se beneficien con este programa que recibe subsidio federal.

En el comedor de la colonia Francisco I. Madero, los beneficiarios del comedor comunitario son en un alto porcentaje adultos mayores, que acuden de manera frecuente desde hace meses, lo que les permite mantenerse nutridos sin afectar sus finanzas.

“Empecé a venir a comer con diez pesitos, a veces me como hasta dos platos; está bien la comida, está bien limpiecito y por eso siempre vengo”, expresó don Esteban Arellano.

Los comedores cumplen además con el principio de hacer comunidad ayudando a la comunidad, pues las cocineras son voluntarias de las mismas colonias que, sin recibir un pago, diseñan el menú, preparan los alimentos, se encargan de administrar los insumos y de repartir los alimentos entre los beneficiarios.