LO QUE NO RAZONARON LACLAU Y CHANTAL, SOBRE LA CONTRUCCIÓN DE SU TEORÍA DEL POPULISMO.

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1.- Laclau rebasa el concepto de lucha de clases de Marx y rosa la noción de bloque histórico de Gramsci, y se distancia de Hard y Negri que especulan que la multitud hará la revolución.

2.- Asimismo rebaten la idea de Freud y Lebon en el sentido que las «masas» sólo actúan emocionalmente, como se escribió en y después de la Segunda Guerra Mundial, pues Laclau y Chantal plantean que son capaces de pensar y pensar sobre todo políticamente.

3.- En este sentido afirma que el pueblo nos es una mera abstracción, una simple noción de invisibilidad o que las “masas” organizadas existen antes de ser construidas por las armas de la política. Afirma, en efecto, que el pueblo se construye políticamente. Esta construcción, además, es pluriclasita y cada uno de sus sectores que emprende la protesta en solitario le llama, con el lenguaje de Saussure, significantes vacíos.

4.- Esos «significantes vacíos» poseen demandas que, si no se satisfacen, van uniendo y desuniendo sus requerimientos, hasta que un líder carismático busca y encuentra un común denominador que los «uniforme» a través de una consigna que los identifique, a pesar de sus diferencias. Esta operación, en el lenguaje del pensamiento complejo implica convertir lo anti en lo meta.

5.- Llegado ese momento es necesario hacer un corte radical entre un nosotros y un ellos. Se trata de dividir y profundizar la polarización entre el «pueblo bueno» y quienes ostentan el poder y los partidos que los apoyan . Dicho de otra forma: se trata sembrar el odio configurando una trinchera maniquea de los «buenos» contra los malos. Algo así como los versos de un poema:”Vinieron los sarracenos y los mataron q palos/ que Dios protege a los malos/ cuando son más que los buenos.

6.- Esta estrategia trata también de unir a los «significantes flotantes», otra vez en el lenguaje Saussure. Esto es, sumar al campo de los «buenos» a segmentos de la sociedad que oscilan entre ambos bandos. Los recursos programáticos del populismo, más allá de la forma que éstos adquieran en cada país, son el nacionalismo, el soberanisno tienen como objetivo el retorno a un edén que fue traicionado, robado o secuestrado por los «malos».

7.- Pero cuando está estratagema se concreta la suerte está echada a favor del populista para se haga del poder, sobre por los “liberales” que ostentan el gobierno que utilizaron la democracia como cortina de humo para esconder la pobreza de millones de ciudadanos, a tal punto que no sólo existe pobreza a secas y sino extrema pobreza, y junto a esa irresponsabilidad se sirven de las finanzas públicas para enriquecerse.

8.- En este contexto el líder se vuelve un «Dios Todopoderoso». No soporta opiniones distintas a las suyas, detesta la pluralidad y menos aún soporta que existan diversas corrientes políticas dentro de “su” movimiento, presuntamente porque le dan armas al enemigo.

9.- Pero a diferencia de los dictadores que llegan al poder a través de un golpe de Estado, por lo general sangriento, los populistas acceden al gobierno a través de la democracia, que desde el primer día empiezan a deshidratar, hasta que el hombre providencial se convierte en autócrata, vestido con un pálido disfraz de demócrata.

10.- Pero su programa contiene también los rebotes que hará Jirones el programa, justamente porque esa carta de navegación se hundirá sin remedio por sus contrahechuras: sobre todo porque su futuro consiste en convertir al pasado en su porvenir. El soberanismo decimonónico y el trasnochado nacionalismo que pregonan los populistas, l…