La Auditoría Superior de la Federación señaló errores de trazo en reportes de 2009, 2011 y 2013, mientras el tramo que se desplomó, Olivos-Tezonco, tuvo graves afectaciones tras el sismo.
El colapso en la Línea 12 del Metro, en su tramo Olivos-Tezonco, está precedido de observaciones de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en tres cuentas públicas, daños no resueltos tras el sismo de 2017 y subejercicio en el presupuesto de mantenimiento.
Los errores en el trazo fueron señalados por la ASF tras cuatro de auditorías de inversión física y corresponden a los años 2009, 2011 y 2013. No obstante, a la fecha concluyó el seguimiento a la mayoría de las observaciones y se determinó iniciar dos procedimientos resarcitorios:
Ambos son por casi 100 millones de pesos: 32.1 millones por la falta de construcción de una pasarela en la estación Ermita y 76.2 millones por la falta de 33 escaleras mecánicas. A la fecha, según información del órgano fiscalizador, están pendientes por recuperarse 32.2 millones de esos 100 millones de pesos.
Aunque en el sistema de la ASF se reporta que se concluyó el seguimiento de casi todas las observaciones, no especifica si las mismas se solventaron en sí. Entre las conclusiones de la primera auditoría, el organismo informó:
“El gobierno del entonces Distrito Federal no cumplió con las disposiciones normativas aplicables a la autorización, planeación, programación, presupuestación, licitación contratación y ejecución de los recursos canalizados al proyecto (…):
“No se realizó el nuevo costo-beneficio del proyecto de inversión ya autorizado, ni se elaboró el Dictamen de factibilidad técnica, económica y ambiental para las modificaciones al trazo original; los estudios y proyectos ejecutivos no se ajustaron a las condiciones físicas del terreno urbano”.
Por ejemplo, el 11 de marzo de 2014, apenas a 16 meses de inaugurada, dejaron de funcionar 11 de las 20 estaciones, de Culhuacán a Tláhuac, por “oscilaciones detectadas en las vías, que obligan a los trenes a reducir su velocidad”, según anunció el entonces director del Sistema de Transporte Colectivo (STC), Joel Ortega Cuevas.
En tanto, hace tres años el tramo Olivos-Tezonco sufrió fuertes daños por el sismo de 2017 y en 2018 se señalaron graves fallas estructurales que requirieron trabajos de rehabilitación en distintos puntos, como resanar trabes y columnas a escasos metros del lugar del incidente.
Como parte de las reparaciones, de acuerdo con una presentación oficial del Sistema Colectivo Metro, fue necesario colocar diafragmas de acero, ya que resultaron afectadas las trabes aledañas a la zona del colapso. Debido al sismo, éstas se desviaron o separaron hasta tres centímetros, detectándose en varias de ellas cabezales rotos y “flechas” o curvaturas que requirieron extensos trabajos de rehabilitación. También se instalaron tensores en las trabes desviadas y construyeron apuntalamientos provisionales.
La mayoría de los contratos de obra pública que se firmaron para esas reparaciones están disponibles en las páginas de transparencia del gobierno de la ciudad, excepto el relativo con los trabajos en la estructura de la Línea 12.
Información por MILENIO