En su antepenúltimo día de presentaciones el Festival Internacional de Danza “José Limón” cautivó con La AUDICIÓN, espectáculo inusual y paradigmático que puso al público de pié al final de la función.
Aunque su estética profundiza en los 60´s, el espectáculo que explora el lenguaje del cuerpo va y viene entre diferentes épocas recreando personajes estrafalarios que se cubrieron de gloria por su obra, sus canciones, estilo de vida y reflexiones en el alucinante mundo de los escenarios.
La AUDICIÓN comienza en el lobby del Teatro, algo que sorprende a los asistentes quienes al llegar establecen una inmediata conexión con la propuesta escénica presentada por la compañía Foco al Aire.
Poco a poco los intérpretes se trasladan al interior de la sala en cuyo escenario cuelgan pesadas cortinas de terciopelo color rojo y una tenue iluminación deja ver la escasa decoración que recrea el teatro de carpa o cabaret de los años 50 y 60.
Foco Al Aire ofrece una exquisita y atrayente pieza artística lograda a partir del impecable desempeño escénico de los miembros de la Compañía. La iluminación y selección musical ayudan a recrear un ambiente nocturno.
Más que ver a bailarines, el público disfruta un coctel de interpretaciones corporales a partir de piezas que sumergen al espectador en el ambiente musical del bolero, el jazz, el tango, el pop, el swing, la balada y el rock de la década de los 50s. Intérpretes que reviven imágenes extintas y rescatan la voz de lo que ya no tiene cuerpo.
Seis intérpretes prestan su cuerpo para recrear desde canciones hasta entrevistas realizadas a gente de la farándula como María Félix, Enrique Guzmán, La Lupe, Las hermanas Navarro, Julio Sosa y Louis Armstrong, entre otros.
Apoyados en elementos pasados de moda como un viejo tocadiscos, discos de acetato y una televisión que reproduce programas en blanco y negro y traslada al espectador al pasado, los intérpretes logran un espectáculo hilarante que parte del profundo conocimiento del lenguaje del cuerpo a partir de la técnica de la máscara neutra de Jacques Lecoq.
En esta propuesta los directores de la compañía Marcela Sánchez Mota y Octavio Zeivy, ofrecen un trabajo escénico en donde sin tantas secuencias de movimientos, los personajes logran transmitir emociones y conmover al público.