Alberto en la entrevista señala que los famosos y riquísimos “pollos del PRI”, con 37 años de historia y parte de la gastronomía mazatleca, no son aves cualquieras; pesan hasta dos kilos 200 y hasta 300 gramos, que son asados al carbón, a las brasas sin saborizante, sólo sal, para “¡chuparse los dedos”!.
Son pollos grandes con un costo de más de 200 pesos, carne exquisita y de primera, fresca, traída de Mesillas, Concordia. No hay competencia, subraya Alberto al informar que es un negocio familiar.
Acepta en las preguntas que también venden carne asada, en brocheta; carne selecta, escogida y del gusto del paladar más exigente.
Para preparar los pollos y la carne solo bastan un par de parrillas sobre una parte de la banqueta, a espaldas del PRI, por eso la fama los llevó a conocerse como los “pollos del PRI”, pero nada que ver con la política del partido tricolor.
Alberto rechaza que haya una receta especial; “solo la magia de nuestros pollos y un buen cocimiento; un pollo nuevo que hace la diferencia en el sabor de un producto que celebra ya una tercera generación”.
Dice que se ubican en una esquina de la calle Rosales y Luis Zúñiga, a un costado del PRI, desde las 11 de la mañana hasta las cuatro de la tarde. Recuerda que también venden otros productos, como un dulce de leche estilo natilla, sopa de pasta, rajas y hasta chiles en escabeche