El mandatario boliviano no logró sostener la presión social que existe en el vecino país y convocó a un nuevo proceso electoral.
No pudo más. Evo Morales no tuvo más opción que volver a convocar elecciones generales, asegurando de paso que renovará a la totalidad de los miembros del Tribunal Supremo Electoral tras el dictamen desfavorable que tuvo por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), respecto a los comicios del pasado 20 de octubre.
A través de un comunicado, la OEA recomendó repetir la primera vuelta de elecciones que dieron por ganador a Morales, comisios que la oposición de aquel país declaró como fraude: «la primera ronda tan pronto existan nuevas condiciones que den nuevas garantías para su celebración, entre ellas, una nueva composición del órgano electoral», dijeron en el organismo.
«La primera ronda de las elecciones celebrada el 20 de octubre pasado (en Bolivia) debe ser anulada y el proceso electoral debe comenzar nuevamente. Se ha solicitado al equipo de auditoría los máximos esfuerzos para adelantar los resultados del informe en proceso de elaboración», agregaron desde la OEA.
Ante tal panorama, Evo Morales confirmó que: «he decidido renovar la totalidad de los vocales del Tribunal Supremo Electoral y convocar a nuevas elecciones generales«, dijo en conferencia de prensa.
En la misma instancia, Morales pidió «bajar la tensión» de las protestas y movilizaciones que han sacudido al país altiplánico en los últimos días, las que fueron organizadas por la oposición en contra las últimas elecciones: «todos tenemos la obligación de pacificar Bolivia«, agregó el mandatario boliviano.