Culiacán, Sinaloa a 23 de julio de 2020.-
“El derecho de uno termina donde empieza el derecho del otro, y la obligación está en respetar los derechos de los demás. Si alguien no quiere usar cubrebocas o afirma que tiene todo el derecho a contagiars e debe saber que no tiene razón ni derecho de contagiar y afectar la salud de los otros, todos los ciudadanos deben abrazar las medidas sanitarias también como códigos de civilidad y urbanidad porque usar cubrebocas es un reflejo de solidaridad y educación, no es únicamente la protección individual sino la del otro”, advirtió Jorge Alan Urbina Vidales.
El Comisionado Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Sinaloa (Coepriss) advirtió que en ninguno de los colores del “Semáforo COVID-19” desaparece la prevención y precaución sanitaria, inclusive algunos estados que eran color naranja tuvieron que retroceder a color rojo por causas multifactoriales, entre ellas el relajamiento de la población de las medidas de prevención que deberían mantenerse también como una expresión de civilidad, sociabilidad o urbanidad.
“Tienen que existir condiciones sanitarias viables, menos hospitalizaciones, menos contagios, enfermos y muertes, debemos actuar todos con más responsabilidad y consideración hacia nuestros semejantes”, aseveró.
Cuando una persona grita o estornuda sin protección facial o estornudo de etiqueta, las gotas de Flügge -dependiendo las condiciones del ambiente- pueden alcanzar ocho metros. “Eso definitivamente es un acto irresponsable y una falta de respeto que rompe no solamente con las disposiciones sanitarias sino con los códigos de urbanidad”, asentó.
Jorge Alan Urbina Vidales afirmó que si el uso del cubrebocas, así como las medidas establecidas, se vuelven una práctica generalizada por urbanidad y voluntad propia, no solo por la emergencia de salud sino por consideración y cortesía con el otro, se podría romper la cadena de transmisión de esta enfermedad y sin duda disminuirían los casos.
“No deben aplicarse acciones de coerción para obligar a las personas a asumir de manera consciente comportamientos sanitarios correctos para preservar la salud y que son de práctica indispensable para el bienestar común: el cubrebocas no es una prenda para pensar solo en la protección personal sino en la salud del otro”, afirmó.
“Además del cuidado y la higiene personal, el individuo en sociedad y en compañía de otras personas debe evitar comportamientos incorrectos en materia sanitaria, respetar con disposición las reglas para evitar el contagio o la propagación del virus, con cortesía, amabilidad y buena disposición, es un reflejo de responsabilidad, atención y buenos modos. Los buenos modales reflejan el respeto que se tiene hacia los otros y eso es fundamental”, enfatizó.
Finalmente, explicó que en todos los colores del semáforo COVID-19 se mantienen las medidas básicas de prevención sanitaria.
“La precaución y la prevención se mantienen siempre, el semáforo de riesgo epidemiológico es un sistema de monitoreo para transitar hacia una nueva normalidad y si llegamos a la luz verde, como es el deseo de todos, debemos actuar con prudencia y mantener las medidas sanitarias como códigos de conducta para cuidar la salud y el bienestar de cada persona”, puntualizó.