EN LA GRILLA

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*Se registra Martha Tamayo en “acto democrático”

*Burgos Marentes quiere mesura en broncas internas

*Amparos detienen las obras ulteriores de A. Higuera

FRANCISCO CHIQUETE

Bienvenidos a este proceso democrático, abierto e incluyente, dijo el profesor Carlos Loaiza Aguirre, en su calidad de presidente de la Comisión Estatal de Procesos Internos del PRI. Se trataba por supuesto, del acto en que Martha Tamayo Morales y Jesús Valdez registraron sus aspiraciones por la presidencia y la secretaría general del comité directivo estatal priísta.

El acto de este “proceso democrático, abierto e incluyente”, terminó inmediatamente después de la entrega de documentos. El plazo marcaba todavía una hora de vigencia, pero la comisión estatal de procesos internos no se quedó a esperar por un posible nuevo aspirante. ¿Para qué? Ya estaban ahí quienes debían estar.

Imbuida por la fe democrática del veteranísimo Carlos Loaiza, Martha Tamayo sostuvo que en el PRI sigue habiendo democracia y sobre todo, estableció que no hay imposiciones.

Nadie parecía estar ante una, por cierto. El auditorio Benito Juárez del PRI estaba lleno de gente y todos mostraban gusto, felicidad incluso ante el avenimiento de la nueva dirigencia, aunque a decir verdad no había ahí clase política, sólo raza pura y dura, amigas de la futura presidenta, compañeros de las andanzas administrativas en el gobierno, gente que siempre está ahí para las necesidades de público que presenta el partido.

Ninguno de aquellos que manifestaron su gusto, su disposición, su coincidencia con “la decisión del partido”, que se anticipa, según expresaron, a lo que cada uno había pensado respecto de las cualidades que debía observar la nueva dirigencia.

Fue la propia Martha Tamayo quien convocó (¿para exorcizar?) a los pretensos que no llegaron, que tuvieron que mostrar una cara sonriente ante el palmo de narices que les pegó la presidencia del comité ejecutivo nacional priísta, que a varios de ellos había dicho que sí, que todo estaba listo para su unción, y que sin embargo les salió con aquella jugada tan inesperada que alguno había anticipado, pero como una posibilidad remota de la que esperaba no tener noticias concretas.

Fue ella quien hizo reconocimientos a Rosa Elena Millán, a quien anticipó recompensas; a Heriberto Galindo, a quien arrinconó en su lugar de coordinador de los diputados federales priístas por Sinaloa; y a Aarón Rivas, reconocido por su juventud y por la labor que realiza al frente de la comuna culiacanense. De su futuro en las filas del partido, ni una palabra. La silla por supuesto, es para uno solo, no para compartirla con quienes se quedaron en la orilla.

Contra la realidad no valieron ni las prevenciones de Diva Hadamira Gastélum Bajo, quien insistía en no hablar de una sola candidatura, sino de un proceso abierto; ni la formalidad de Jesús Enrique Hernández Chávez, que siempre se refirió al proceso como algo abierto, a pesar de que la fórmula de candidatos se conoció antes que la misma convocatoria, a sabiendas de que nadie se atrevería a ir contra la línea, contra la hoy declarada inexistente imposición.

Es probable que al ser declarada candidata única, Martha Tamayo sea proclamada este mismo martes, una vez que la comisión llegue a la decisión sesuda de que los documentos presentados son válidos. Entonces, en la sesión del Consejo se va a aparecer la clase política que no estuvo ayer y que acudirá a hacer la felicitación correspondiente, refrendar la convicción de que “Martha es la dirigente que el partido está esperando”, pero por lo pronto quedó de manifiesto que la bienvenida no tuvo la calidez que en otros tiempos daba al PRI la posibilidad de saltar por encima de las diferencias, de las decepciones y los tropiezos de quienes mantienen proyectos a mediano y largo plazo.

PLEITO EN EL PAN ¿Y

DÓNDE ESTÁ EL PILOTO?

Desde hace varios días, el dirigente panista en Culiacán, Ignacio Nieblas, abrió una bronca severa contra el coordinador de los diputados panistas de Sinaloa Jorge Villalobos, a quien acusa de violentar los estatutos haciendo afiliaciones masivas con el propósito de controlar grupos y corrientes, lo que en efecto, está contemplado como una irregularidad en los estatutos panistas.

El asunto ha llegado a los medios, lo que tiene muy preocupado al joven dirigente estatal, Edgardo Burgos Marentes, quien pretende meter orden, pero de una manera muy curiosa: fue y le preguntó al acusado, Villalobos dijo que no era cierto y todo terminado. Ni investigación ni nada que se le parezca.

En esto aparece de nuevo ese espíritu represivo de los estatutos panistas, que buscando ejercer un control de daños, suelen establecer soluciones a partir del silenciamiento, del manejo público de los asuntos.

El problema es que Burgos Marentes  no tiene la menor calidad moral para pedir mesura. Su reacción ante los desacuerdos con el gobierno de Mario López Valdez no lo convirtió en un dirigente combativo, sino en un político berrinchudo que reaccionó airadamente ante la decepción de no haber sido apoyado como esperaba por el gobierno de Mario López Valdez, especialmente en la elección del ayuntamiento de Ahome, donde jugó con las reglas del juego pero creyó equivocadamente que le había alcanzado para superar las adversidades.

Poco a poco Burgos Marentes, por cierto, va apagando su fuego y quiere apagar también el de los demás. Por otra parte, su defensa a ultranza de Villalobos lo coloca abiertamente del lado de Gustavo Madero, el dirigente nacional que aspira a reelegirse, comprometiendo al panismo sinaloense con una de las corrientes de su partido.

PROPIETARIOS REBELDES

EN EL MERO CIERRE

Hace cosa de un mes, el alcalde Alejandro Higuera Osuna tuvo un buen acto en compañía del gobernador Mario López Valdez. Se trataba del banderazo para terminar de abrir un nuevo circuito vial, llamado Munich, que permitirá a los conductores utilizar una nueva vía de manera alterna al libramiento Luis Donaldo Colosio, lo que desfogaría de manera muy importante a esta vía tan congestionada a toda hora.

Antes del banderazo, en el recorrido previo, platicaba muy ufano que había llegado a buenos acuerdos con los propietarios renuentes de las avenidas López Sáenz y Pérez Escoboza, gracias a lo cual este circuito tenía garantizada su terminación.

En ese evento Higuera Osuna comprometió al subsecretario de Obras Públicas a terminar los trabajos antes del 31 de diciembre, para que pudiese ser inaugurada dentro de su periodo de gobierno. Como el propio gobernador vio el asunto con simpatía, Higuera ha contado con esa posibilidad, que además fue cambiada para el día 30, de manera que el gobernador tuviese oportunidad de entregar junto con Higuera esas vialidades y también la carretera a La Noria, para el día 31 hacer un recorrido de matacaballo por las ciudades de Mazatlán, Culiacán, Guamúchil, Guasave y Los Mochis, atestiguando la toma de posesión de los nuevos alcaldes.

Pero ayer el secretario de obras públicas del estado, José Luis Sevilla, advirtió que las cuentas podrían no concretarse, y no porque no haya dinero para llevar los trabajos al final o porque el ritmo de las obras sea más lento de lo necesario, sino porque los dueños de dos lotes se mantienen amparados contra los trabajos. Uno está en la Flores Magón y otro en la avenida Pérez Escoboza, pequeños tramos de cien metros cada uno, pero que podrían dejar inconclusa la tarea

Higuera tendrá que hacer un esfuerzo negociador adicional a lo que ya ha hecho en esos lugares, y hay que decir que la diplomacia no es precisamente lo que más le ha caracterizado en estas últimas semanas.