*El misterioso rezago del drenaje
*Enésimo yerro de Felipe Calderón
*Los diputados se echaron pa’trás
FRANCISCO CHIQUETE
Mil doscientos millones de pesos se necesitan para resolver el problema del drenaje en Mazatlán, dijo entre sabihondo y pesaroso el alcalde Alejandro Higuera Osuna, quien por otra parte habló de la preocupación que tiene su gobierno porque lo brotes de cólera ocurridos en otras partes del país, no vaya a aparecer también en nuestra ciudad.
Descubrir el monto del daño al drenaje cuando faltan dos meses y medio para que termine el gobierno es sólo un fuego de artificio, sobre todo cuando el munícipe tiene la experiencia de haber sido alcalde en dos ocasiones anteriores. Higuera pudo haber emprendido una acción correctiva a tiempo, aunque tendría que haber sacrificado buena parte de sus programas de obras.
Sobre todo durante su primera administración, Alejandro lanzaba frecuentes cacayacas a sus contrincantes electorales, los priístas, por el desastroso estado en que había recibido, decía, la Junta Municipal de Agua Potable y alcantarillado de Mazatlán, aunque a esas alturas, su partido había manejado ya el municipio y con él, al organismo operador del servicio de agua y drenaje en tres ocasiones: con Humberto Rice García, de 1990 a 1992, con Alejandro Camacho, de 1996 a 1998 y con él mismo, que gobernó en esa ocasión de 1999 a 2001.
En el periodo de Humberto Rice se recibió una Jumapam en magníficas condiciones, con inversiones muy recientes que habían garantizado el abasto de agua para los siguientes veinticinco años. Seguía el drenaje, cuyo proyecto estaba listo, pero nunca terminó de arrancar formalmente. Desde entonces el drenaje ha recibido sólo parches, y sólo cuando la tubería estallaba.
¿Por qué Higuera, con ese conocimiento tan preciso y extenso, no se aventó con un reto de ese tamaño, si a lo largo de sus tres administraciones hizo cosas que parecían imposibles de emprender?
Parece sencillo. Hacer obras de drenaje es costoso en imagen. Las zanjas duran mucho tiempo abiertas, lo que molesta a la gente en general, no sólo a los vecinos, sino a la sociedad en su conjunto, sobre todo cuando interesan a vialidades principales, como son muchos de los casos en que hay que meter pico y pala.
En segundo lugar, una vez terminada la obra queda enterrada, es decir, no luce, y no hay sociedad votante que agradezca un buen servicio de drenaje. Su buen funcionamiento es algo que se da por descontado. Para conseguir buena imagen y fincar una carrera política, nada como la pavimentación de calles, la apertura de grandes avenidas y últimamente, la construcción de puentes, obras grandes, visibles, que impresionen, aunque la fórmula termina por agotarse, como acabamos de verlo en el caso del propio Higuera el pasado siete de julio.
Otro tema, éste de coyuntura, es el del cólera. Higuera dijo que se han recibido instrucciones para que todos los organismos operadores cloren el agua, de modo que se garantice que no haya brotes de esa maligna epidemia que sería nuestra acta de defunción como destino turístico y como exportadores de camarón.
Simultáneamente, el gerente de la Jumapam, Carlos Venegas Arreola, dijo que en Mazatlán no hay riesgo de cólera porque la población consume agua clorada. Ese por cierto es uno de los costos fuertes de la operación del organismo. La compra del gas clorado pesa de manera importante en el costo operativo normal de la junta, pero es una inversión que bien vale la pena.
Pero hay una falla en el diagnóstico de Venegas Arreola: aunque los mazatlecos tomemos agua clorada, no deja de existir el riesgo de que venga alguien de fuera, ya enfermo, y desarrolle aquí la enfermedad.
En los años noventa, cuando se produjo el resurgimiento del cólera en el mundo y nuestro país tuvo sus propios brotes, las autoridades de Salud nos explicaron a los periodistas que era muy importante detectar a cualquier persona infectada, especialmente buscadas entre quienes venían de estados con manifestaciones de la epidemia.
“Lo importante”, nos explicaban, “es que el cólera no llegue al drenaje, porque entonces sí sería imposible evitar que cunda. Y entonces el drenaje estaba mal, pero no destrozado como está en estos momentos, en que “solamente” necesitamos que haya mil doscientos millones de pesos para que se pueda corregir todo esto que estamos enfrentando y que no nos quiso arreglar el Fonden, ahora que han andado repartiendo dinero a los municipios que fueron declarados en estado de emergencia.
CALDERÓN: SUBIRSE A LA
BICICLETA EQUIVOCADA
A través del twitter, Felipe Calderón Hinojosa, el reciente expresidente de la República, quiso aprovechar la lamentable actuación de la Selección Mexicana de Fubtbol para hacer presencia, sumándose a las muchas críticas y protestas por el pobre desempeño mostrado.
«Recibí a la selección nacional como: campeona del Mundial Sub17; medalla de oro en los Panamericanos; medalla de oro en Olímpicos. Qué pasó?», fue el mensaje, que en pocos minutos fue ripostado por miles de personas que le reprochaban los sesenta mil muertos registrados durante su desastrosa guerra al narco, los cincuenta millones de pobres con que dejó al país y la crítica situación económica que entregó, luego de un sexenio que prácticamente no registró crecimiento económico.
Como la mayor parte de los políticos, Calderón pretendió colgarse de los acontecimientos deportivos para congraciarse con una sociedad herida. Desde que arlos Salinas de Gortari hozo práctica común el felicitar públicamente a los deportistas después de cada victoria, todos los presidentes hacen lo mismo. Salinas, por conveniencia y coincidencia cronológica, se hizo cuatachísimo de Julio César Chávez, quien iba a Los Pinos después de cada defensa de sus títulos de boxeo. Presidente y boxeador dejaron sus sitiales envueltos en gravísimos escándalos y acusaciones de diversa índole. Pero incluso Ernesto Zedillo, que siempre fue tan parco, continuó con esa práctica. Vicente Fox empezó mal, pues cuando felicitaba a un marchista mexicano por su medalla olímpica, apareció un juez y lo descalificó. Calderón recibió a los futbolistas con títulos internacionales y nacionales, a los beisbolistas, a los taekwondoínes y a los clavadistas y nadadores, entre otros. En ningún caso sin embargo, podía decirse que los triunfos fuesen obtenidos gracias a la aplicación de una política pública gubernamental (con ninguno e los presidentes), pero había que aprovechar la popularidad, la euforia del éxito, a ver si por casualidad el carisma deportivo era contagioso.
Lo malo para Calderón es que si los imagólogos recomiendan acercarse a los triunfadores, no es así con los derrotados. Mal cálculo de un político que creyó poder acaudillar la natural inconformidad de una afición indignada, cuando no pudo tampoco encabezar los esfuerzos de superación emprendidos a contrapelo de sus políticos fallidas en materias económica y de seguridad.
TODO ESTÁ BIEN,
ASEVERA LA SCT
Este jueves se inaugura por fin la autopista Mazatlán-Durango, construida a partir del gobierno de Vicente Fox Quezada, durante todo el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, y terminada, por fin, en este primer año de Enrique Peña Nieto. Durante todos estos años nos han presumido que se trata de la obra de ingeniería carretera más portentosa emprendida en nuestro país. El puente Baluarte y el túnel El Sinaloense son destacados como verdaderos prodigios que, eso sí, tienen ya asegurada en conjunto la etiqueta de “la carretera más costosa de la historia”.
Todas las inversiones en infraestructura son buenas, positivas, incluso cuando resultan controvertidas. En cambio las obras de ornato no tienen defensa, sobre todo cuando son absurdas, como la fallida estela de luz construida supuestamente a la salud del bicentenario.
Pero es el hecho de que la autopista que nos ofrece un crecimiento económico son precedentes y hasta la duplicación de la población en unos cuantos años,. Ha sido objeto de las más acres críticas, a partir de las lluvias provocadas por el huracán Manuel, el pasado 19 de septiembre.
Contra todo el ruido que se hace sobre todo en las redes sociales, el director del Centro SCT Sinaloa, Héctor Raúl García Fox sostiene que la carretera está lista, que no habrá in solo detalle qué reprochar cuando este jueves se dé la inauguración en una ceremonia que encabezará el presidente Enrique Peña Nieto.
Asevera que la carretera quedará abierta al uso del público en general inmediatamente después de que termine la ceremonia y que ya en estos momentos está todo resuelto, incluso los inconvenientes que generó la lluvia provocada por Manuel. En todas las carreteras, dijo, incluso las más antiguas, hay movimientos de tierras durante los periodos de lluvias, de modo que no es este un caso inusual ni grave, lo mismo que los túneles, que, insiste, serán seguros de recorrer. Es más: hasta ofreció una vigilancia efectiva y constante por parte de los patrulleros de la Policía Federal de Caminos o de Proximidad Social, como se llaman ahora.
DIPUTADOS: POR
ALLÁ NOS VEMOS
Aquel difícil 19 de septiembre en que buena parte de Culiacán quedó bajo las aguas de los ríos Humaya, Tamazula y Culiacán, el Congreso debió entregar la medalla al mérito juvenil que anualmente se otorga. Había para ello una convocatoria al periodo extraordinario de sesiones que se realizaría exclusivamente para ese propósito, pero el día no estaba como para esas cosas.
Además de la emergencia que vivían miles de sinaloenses, el propio Congreso estaba inundado, con parte de su mobiliario destruido por la voracidad de las aguas y los lodos Se imponía, por cordura, la suspensión del evento.
Los diputados se solidarizaron con sus paisanos, hicieron donativos, gestionaron apoyos, promovieron cosas y, a Dios rogando y con el mazo dando, mandaron a reparar sus instalaciones. Cuando las vieron ya listas, convocaron de nuevo para pagar la deuda con la juventud. El 17 de octubre sería la fecha elegida, por lo que se convocó de nuevo a un periodo extraordinario de sesiones y se dispuso todo para honrar a los destacados representantes del futuro del estado.
Pero resulta que los contratistas suelen no tener palabra, de modo que dos días antes de la fecha, se decidió que las instalaciones no estarían listas y los legisladores se rajaron como los buenos. La entrega al premio de la juventud será el día 22, cuando ya todo esté listo y flamante.
Eso sí: por pura casualidad, cae uno en cuenta que la inauguraciónb de la autopista será precisamente el día 17 de octubre. ¿Alguien puede creer que los diputados no iban a querer estar en semejante acto? Por supuesto que en ese escaparate los veremos a todos, o a casi todos.
Lo que uno no se explica es cómo se les fue a pasar la coincidencia de las fechas. Será que confiaban en una nueva posposición, porque se había anunciado para ese día, agenda internacional del presidente. Lo bueno es que siempre, sobre todo tratándose de los diputados, siempre hay chance de rajarse como los buenos.