EN LA GRILLA

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*Consiguen empresarios posponer dictamen de hospitales

*Las empresas ganadoras quedan vetadas en el caso del tren

*Ni renuncias ni destapes, tras la convocatoria del tricolor

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

La vigilancia de los empresarios terminó por detener el proceso de aprobación del predictamen sobre los hospitales. Reunidos en un privado, los integrantes de las comisiones de Hacienda, Salud y Planeación del Congreso del Estado terminaron por dejar el tema para el año próximo, bajo la explicación de que aún había varios números y cuentas que no les cuadraban,.

En realidad el elemento que los empujó a la posposición estaba a dos paredes de por medio. Integrantes de la Coparmex de Culiacán y de Mazatlán ejercían presión para estar presentes en la reunión de comisiones unidad, y aunque no lo lograron, porque les atoraron en una antesala, fueron lo suficientemente firmes como para que la deliberación fuese detenida.

Se sabe que ya en el Congreso hay más de veintiún votos a favor, lo que sería suficiente para sacar adelante las reformas que permiten ampliar las garantías del crédito con que se construirán los hospitales generales de Mazatlán y de Culiacán, pero la aspiración es que el voto sea aplastante, notoriamente mayoritario.

Incluso ese está garantizado, pues hasta el momento sólo se sabe de tres o cuatro legisladores que se mantienen firmes en el “no”. Algunos de los más gritones o independientes terminaron ya por ceder ante las presiones y ante la perspectiva de que se les bloqueen aspiraciones futuras por no acompañar a esta decisión, que sin duda es una de las más difíciles que hayan debido tomar.

Pero ahora el problema es externo. La presión ejercida por la Coparmex sinaloense y la mazatleca en particular ha sido tan fuerte, que incluso rebasó los diques internos, el cabildeo de representantes superiores que buscaban convencer por lavía de la solidaridad empresarial.

En todos los encuentros se ha aseverado que comprometer el 25 por ciento de las participaciones federales que llegan a Sinaloa a través de un fondo, no significa que se vayan a utilizar ni mucho menos que se vaya a afectar la marcha del estado,. También se han dado garantías de que los nuevos hospitales van a operar con un profundo sentido social que permitirá el acceso y buena atención para la gente de escasos recursos.

En esto último sí han avanzado los promotores del sí. A nadie le queda duda de que la construcción de dos nuevos hospitales es imprescindible para el estado, que ha llegado el momento de sustituir al viejo Hospital General de Culiacán, y también al Martiniano Carvajal de Mazatlán, como plantea el secretario de Salud, Ernesto Echeverría Aispuro.

Lo que no ha terminado de pasar es el asunto de las garantías. Incluso ahora ya los empresarios que se oponen advierten sobre los costos de construcción y equipamiento de los nuevos nosocomios, dudas que aparecen a la primera vista de los números que se dan a conocer, y que según la explicación de los diputados para la posposición, no explican suficientemente la necesidad de ampliar las garantías.

A las dudas de los empresarios locales se ha venido a sumar la cuestión nacional. Como se sabe, los ganadores de la licitación de los hospitales, han sido protagonistas en el escándalo de las casas que atormentan a los principales personajes del gobierno federal, y también del caso del tren rápido de Querétaro al Distrito Federal. Ellos ganaron esta última licitación, como únicos participantes del proceso, y a ellos, asociados con una empresa china, les fue retirado el veredicto favorable porque el propio equipo presidencial reconoció que quedaban dudas razonables de esa asignación contractual.

Ayer se anunció a nivel nacional que cuando se reponga el concurso para construir el tren rápido, ya no podrán participar ni la Constructora Higa, ni otros de sus asociados, entre los que se mencionó el caso de Olegario Vázquez Raña y sus empresas. Precisamente los dos que aquí están en el centro del remolino.

Ya veremos en la primera emana de enero, cómo se retoma el asunto y qué salida encuentra el Congreso para superar este momento de dificultad.

SILENCIO Y CAUTELA

A diferencia de otros procesos electorales, el PRI soltó la convocatoria y no hubo ni renuncias a los puestos públicos, ni pronunciamientos “de las fuerzas vivas”, ni manifestaciones de intención de entrarle al toro. Mucho menos los destapes tradicionales, que marcaban el arranque del camino hacia la campaña constitucional.

El propio gobernador Mario López Valdez precisó que no ha recibido la renuncia de algún colaborador, a pesar de que él mismo dio a los interesados un plazo que vencía el pasado sábado veinte de diciembre. Pero la puerta no está cerrada: el propio Malova dijo que todavía puede darse el caso de alguna renuncia, sólo que quizá nadie ha recibido una indicación de que participará o están esperando a que empiece el año para conocer los detalles. Hasta hace unos días, justificó, nadie conocía la convocatoria y no podían tomar decisiones.

El único caso que hizo pública su renuncia fue el de Evelio Plata, quien dijo que dejaría la titularidad de la Comisión Estatal de Agua Potable y Alcantarillado de Sinaloa para ir en pos de la candidatura priísta por el tercer distrito.

Pero ayer dio reversa, aseguró que todavía no se decidía. Y es que el gobernador lo invitó a ser orador en la ceremonia conmemorativa de los 150 años de la Batalla de San Pedro, en que ele estado de Sinaloa echó de su territorio a los franceses. Fue un placeo mayúsculo, sin reticencias ni medias tintas. Fue la exhibición de un personaje a quien le cae de perlas la divulgación de su imagen y de su forma de pensar, pero sobre todo, que se sepa que el gobernador le mantiene su apoyo en la carrera política.

De ahí en fuera nadie ha dicho esta noca es mía: ni Moisés Aarón Rivas Loaiza, el secretario de Desarrollo Económico colocado tan ventajosamente en las encuestas del quinto distrito, ni Karim Pechir Espinoza de los Monteros, quien ha sido uno de los aspirantes más tercos en la lucha por el sexto distrito electoral; Gerardo Vargas Landeros, el secretario general de gobierno que ha dicho en repetidas ocasiones que él prefiere seguir en el equipo del gobernador, pero que ha sido analizado por la dirigencia nacional en el marco del segundo distrito. Ni Jesús Antonio Marcial Liparoli, subsecretario de gobierno, quien se desbarra por ser candidato ahí mismo.

Nadie, en fin. Aunque a muchos se les quemen las habas, todos fingen que no les corre prisa.