EN LA GRILLA

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COMPROMISOS POR SINALOA

*Ya consultaron a la gente ¿y ahora qué harán?

*Habrá un año menos para próximos gobernantes

*Inicia hoy el Foro Mazatlán Cruzando Fronteras

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

¿Qué van a hacer los partidos políticos y en consecuencia los diputados, con las trescientas seis propuestas presentadas por los ciudadanos sinaloenses a lo largo de tres foros? Si bien la mayor parte de las propuestas caen en los lugares comunes de la política, hay exigencias que van contra los intereses de las propias organizaciones, lo que a querer y no, les pone en un brete.

Las exigencias más sentidas son por ejemplo, el fin de los candados en las candidaturas independientes, el fin del control de los partidos sobre las diferentes etapas del control de las elecciones y otras que aun cuando tendrían mucho público de ser sometidas a consulta, no son fáciles de aplicar porque van contra la naturaleza misma de la organización política mexicana, que depende de los acuerdos de políticos para legislar, para aplicar las leyes y por supuesto, para hacerse los disimulados.

A fin de cuentas los puntos más críticos son algunos propuestos por el propio gobernador del estado, quien entre otras cosas pide la gratuidad de los regidores.

¿Qué partido se anima a proponerlo y a votarlo, a sabiendas de que muchos de sus militantes tienen cifrada la esperanza en una posición como esa?

Por lo demás, la propuesta, que parece tan decente e igualitaria, tiene una composición profundamente clasista. La realidad es que sólo la gente de dinero le puede dedicar tiempo al ejercicio edilicio sin esperar un salario a cambio. Hace altruismo quien tiene con qué, no el que está esperando a que los demás lo ayuden.

Guardadas las proporciones, sería lo mismo que esperar a que hubiese diputados gratis. Con todo y lo devaluado que están, a nadie se le ocurriría exigir que los legisladores fuesen gratuitos, Si así, bien pagados, hay muchos que se la pasan viendo qué negocios pueden hacer al amparo del poder, imagínese cuál sería su comportamiento si no tuviesen un ingreso que les respalde; cómo actuarían si no tuviesen el compromiso que les genera un salario recibido (decir devengado ya sería mucho).

Es muy probable que la reforma de estado que ahora se plantea con gran ambición, termine en poco más de la equiparación de la legislación sinaloense con la que se está generando en el ámbito nacional, y no por falta de voluntad del Poder Ejecutivo, sino porque los partidos no van a arriesgar mucho. Ya hay quienes empiezan a escudarse en que las dirigencias nacionales tendrían que decir lo que se hace.

En el gobierno saben perfectamente que están llamando a una actitud de ética, de moral pública y que como dicen los abogados, esos llamados “no son vinculatorios”, es decir, no son de carácter obligatorio.

Durante una entrevista en la víspera del tercer foro, le preguntamos al secretario general de gobierno, Gerardo Vargas Landeros, cómo podría garantizarse que los partidos tomaran en cuenta las propuestas que les resultaran incómodas, y el funcionario señaló que cada propuesta permanecerá en el internet, accesible al píblico, y que las discusiones en el Congreso serán también públicas, de modo que cada partido sabría si se arriesga a no apoyar algo que demanda la sociedad, o incluso si lo rechaza, a sabiendas del costo que ello tendría en los procesos electorales.

Lo que sí parece que será un hecho es la reducción del periodo de gobierno para el próximo gobernador del estdo y para los siguientes alcaldes. La idea es homologar las elecciones locales con las federales. Si el 2016 se elige a quienes empiezan a gobernar en el 2017, para que terminen en el 2018, de manera que ese año se vote por Presidente de la República, senadores, diputados federales, ayuntamientos y diputados locales; para el 2021 terminaría el periodo del nuevo gobernador, eligiéndose a su sucesor junto con los diputados federales.

En algo tendríamos que estar de acuerdo: los funcionarios electos en el 2016 serían los que menos patas metieran a lo largo de sus responsabilidades. No por eficientes, sino porque tendrán menos tiempo para equivocarse.

¿TERMINÓ LA PEQUEÑA ESPERA?

En 1989 se anunció que el Instituto Mexicano del Seguro Social construiría una nueva clínica familiar en Mazatlán, para atender la sobredemanda que desde entonces se enfrentaba en el Hospital General de Zona Número 3. Estaría ubicada en alguna de las unidades habitacionales de Ibnfonavit, para estar cerca de la “clientela” natural de la institución, y hasta empezó a operar un pequeño grupo de consultorios en casas prestadas.

Pero entre una crisis y otra, la obra no se llevó a cabo y quedó en sucesivas calidades de pendientes.

Esta semana por fin, la dirección nacional del IMSS autorizó una partida para inversiones en Sinaloa. Doscientos treinta millones, de los cuales hay una parte destinada a la nueva Clínica de Mazatlán, que el delegado en el estado, Adalberto Castro Castro, espera empezar a construir a partir del mes de junio próximo.

Diez consultorios no son un complejo médico ni mucho menos una clínica de especialidades, pero constituye un desfogue importantísimo para un hospital como el Héctor González Guevara en el que ya no cabe un solo paciente más, aunque siempre encuentren la manera de acomodarlo, a como dé lugar.

Es una magnífica noticia para una ciudad en la que los procesos fallidos han sido muy importantes. Antes de la unidad que quedó sin hacer, hubo una permuta en que el IMSS obtuvo el hospital construido muy recientemente para esos tiempos, por el ferrocarril para atener a sus trabajadores. Se vino un cambio, todos ellos fueron adscritos al IMSS, y el Hospital Ferrocarrilero funcionó como clínica del IMSS, pero sólo muy brevemente, porque entre los errores de construcción, la insalubridad de la zona y las decisiones administrativas, el nuevo contingente de derechohabientes fue llevado también al Héctor González Guevara.

Hoy finalmente El proyecto está autorizado y a punto de ponerse en marcha. El delegado Castro Castro lo anuncia con satisfacción, y no es para menos. Ya les dieron el primer llegue diciendo que es poco, pero ya hay algo. Ahora esperemos que empiece a funcionar.

CRUZANDO FRONTERAS

Hoy inicia la segunda edición del Foro Mazatlán, en que intelectuales y académicos de México y de Estados Unidos analizan el papel de la educación y su utilidad como elemento de movilidad social. Como comentábamos en la entrega de ayer, se trata de un esfuerzo muy importante por reflexionar sobre un problema que afecta a los dos países (aunque parezca increíble, también Estados Unidos ha descendido escandalosamente en el ranking educativo internacional, aunque por supuesto, “más le queda al rico cuando empobrece” .

El foro tiene el aval de instituciones como las Universidades californianas de Stanford y Santa Clara, y de la Autónoma de Sinaloa y el Colegio de Sinaloa, y constituye una oportunidad espléndida para reflexionar sobre lo que uno y otro países deben hacer a fin de enfrentar de mejor manera esa problemática.

Ya platicamos ayer sobre las limitaciones terribles en que se está desarrollando este esfuerzo, más bien la falta de perspectivas porque no ha habido respuesta de las autoridades para apoyar en su financiamiento, que requerirá de aportaciones importantes para garantizar que se realice durante los próximos tres años, una vez agotado el patrocinio privado que le dio origen.