En el blanco por Fernando Zepeda H.

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*El futuro incierto del Gobernador Rocha Moya camino a la terminación de su sexenio
*Las circunstancias políticas cambiaron en Sinaloa a partir de los hechos del 25 de julio del año pasado y del 9 de septiembre con la guerra entre criminales
*Antes de los sucesos del 25 de julio, Rocha Moya ejerció todo el poder contra sus adversarios políticos. Ahí están los casos de El Quimico, Estrada Ferreiro y Cuen
*Para el cierre de los tres últimos años de su sexenio, el sello de los funcionarios y legisladores es una total ausencia de oficio político
*Sheinbaum se equivoca como lo hizo en su momento Peña Nieto con el caso Ayotzinapa. Intentan cambiar la narrativa del campo de exterminio de Teuchitlán
*Por segundo fin de semana consecutivo, Mazatlán respira y mejora la afluencia turística y las actividades que promueven una derrama económica importante
*Luego de que fueron exhibidos, el Ayuntamiento de Mazatlán prepara reponer el procedimiento de elección del titular del Órgano Interno

Rocha Moya, su futuro incierto. Hasta el 24 de julio del año pasado todo le sonreía al Gobernador Rubén Rocha Moya. Su poder político en Sinaloa lo ejercía con mano dura. Y en ocasiones con rudeza innecesaria. El control de los tres poderes (el legislativo, judicial y claro está el ejecutivo) lo tenia en sus manos. Quienes se atrevieron a enfrentarlo o quienes Rocha Moya consideraba que pudieran disputarle el poder, fueron cayendo uno a uno. Los alcaldes de Mazatlán y Culiacán, en ese entonces Luis Guillermo Benítez y Jesús Estrada Ferreiro fueron objeto de una persecución política y sometidos al escarnio popular.

El Gobernador los destruyó políticamente. Tal vez para algunos esos dos personajes se lo merecían. Pero no hubo miramiento alguno para destruirlos. No fue un simple retiro de sus cargos, fue una serie de acciones legales armadas con denuncias que se convirtieron en una loza para los dos políticos que pertenecían a la elite morenista de Sinaloa. Que ambos presumían su cercanía con el Presidente López Obrador. Y por ende se sintieron intocables. Pero la historia mostró que no fue así. Y si Rocha Moya se solazó destruyendo políticamente al Quimico Benítez y a Estrada Ferreiro, con Héctor Melesio Cuen Ojeda fue peor.

Al igual que los exalcaldes de Mazatlán y Culiacán, Cuen Ojeda fue cercano colaborador de Rocha Moya, desde su campaña por la gubernatura y ya en el poder. Y mientras más cercano se presumía Cuen Ojeda del Gobernador, más dura fue la campaña para acabarlo políticamente. No hubo freno para que el Estado enderezada denuncias de enriquecimiento inexplicable contra Cuen Ojeda y paralelamente sendos expedientes de desvío de recursos en la UAS que evidenciaban el financiamiento del Partido Sinaloense, fundado y liderado por Cuen Ojeda. Fue una lucha sin dar ni pedir cuartel. Las acusaciones abundaron entre unos y otos. Judicializaron los casos. Pero tras el asesinato aun no aclarado de Cuen Ojeda, misteriosamente las acusaciones fueron resueltas y los supuestos involucrados perdonados.

Rocha Moya se encaminaba así a un cuarto año de su sexenio como el que todos los demás gobernadores lo habían vivido. El de mayor poder. El año en el que se preparan para “planchar” la salida. El cuarto año en el que el Gobernador comienza a perfilar a sus cartas para las elecciones del 2027. Per las circunstancias cambiaron radicalmente. Hoy es incierto cómo llegará Rocha Moya al final de su sexenio. Y hay quienes creen posible que no llegará. Las circunstancias políticas en Sinaloa no permiten asegurar nada. Y por eso convierte al tiempo político que viene en Sinaloa con un sello interesante, cambiante y en medio de una incertidumbre que pudiera generalizarse.

La ausencia de oficio político. Los tres últimos años del actual sexenio que encabeza Rubén Rocha Moya tienen el sello de una notable falta de oficio político de quienes actualmente forman parte de esta administración. Diputados federales que incluso se subieron a la ola y ya hilan dos reelecciones, están convertidos en simples comparsas de lo que se les ordena desde la cúpula partidista. Se convirtieron en lo que tanto criticaron. Y simples levanta dedos, sumisos al poder y ajenos al electorado que les dio su voto.

Los diputados locales, entre los que también se encuentran algunos con reelección, dan muestras de una clara falta de solidaridad, de empatía con los ciudadanos ahora sometidos al temor por la guerra entre criminales. ¿Y los alcaldes?. Perdidos, sin rumbo y con una notable falta de conocimiento en como conducir un Ayuntamiento. Que están en el periodo de aprendizaje, nos dicen. Pero tuvieron tiempo suficiente para prepararse en lo elemental para no estar incurriendo en errores que dificultan la solución de los problemas que enfrenta la población. El único que se salva es Gerardo Vargas Landeros, Alcalde de Ahome, porque simplemente es una “chicha cuerera” como popularmente se dice de alguien que sabe como enfrentar y resolver asuntos.

Se equivoca la Presidenta. Buscar cambiar la narrativa del caso de Teuchitlán es la intención del Gobierno de Claudia Sheinbaum. Y circunscribir el tema única y exclusivamente a Guadalajara y un tanto a Jalisco, es buscar “encapsular” lo que significa el haber encontrado un campo de exterminio que pudiera marcar el inicio de hallazgos de otros similares en el país. Que sea el coordinador de la Cámara de Diputados Gerardo Fernández Noroña uno de los impulsores de la idea de que no hay tal campo de exterminio. Y también de apuntalar la estrategia de que los carteles de la droga contrataron a muchos como gatilleros, para responder a la exigencia de búsqueda de los miles de desaparecidos.

Mientras más niega el Gobierno el exterminio que se vivió en Teuchitlán, más evidencia el temor de quedar exhibidos.

Respira Mazatlán. Por segundo fin de semana consecutivo, el arribo de visitantes a Mazatlán se observó bien. No como antes de la violencia que desde el 9 de septiembre prácticamente inhibió el arribo de visitantes al puerto. Por un lado, el arribo de visitantes que llegan en los cruceros turísticos a representado una bocanada de oxígeno para quienes ofrecen servicios a quienes nos visitan. Pero también la llegada de visitantes por carretera ha mejorado. Sin embargo, no hay nada seguro.

Tan solo lo sucedido el jueves y viernes en el municipio de Concordia, por cuya zona pasa la autopista Mazatlán-Durango, es tan solo un foco de alarma. En esos dos días se reportaron siete personas asesinadas. Cuatro de ellas aparecieron justamente a un costado de la autopista Mazatlán-Durango. Lo menos que provocan estos casos es alarma entre quienes circulan por esa autopista. De nada sirven todos los operativos de vigilancia si los grupos criminales siguen operando con la impunidad que exhiben.

Que repondrán el procedimiento. Tras la exhibida que le dieron al Ayuntamiento de Mazatlán por los errores encontrados en la convocatoria para nombrar nuevo titular del Órgano de Control Interno, ya se preparan para reponer el procedimiento. Hay quienes intentan minimizar el hecho. Pero no le dan la importancia que reviste el hecho de que no se tenga a un equipo preparado y con los conocimientos necesarios en el Ayuntamiento para elaborar un procedimiento. Por lo pronto Rafael Padilla, continuará como ha sido en los últimos ocho años, como titular del OIC, aunque sea como encargado del despacho. No pueden o no quieren moverlo.