El príncipe heredero

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No es secreto alguno que, al más viejo estilo priísta, el (más probable) próximo candidato que atenderá las siguientes elecciones federales representando al Movimiento de Regeneración Nacional es sin dudar: Marcelo Ebrard Casuabón. Íntimo del presidente de la República y actual Secretario de Relaciones Exteriores, mismo que, ha desarrollado un muy buen papel en la administración actual y ha tenido bastante protagonismo en la misma.

La amistad que tiene con Andrés Manuel no es sorpresa para nadie, puesto que, comparten en lo general la misma trayectoria política. Marcelo, inició al igual que López Obrador, su vida política en el Partido Revolucionario Institucional donde llegó a ser Secretario General en el Comité Directivo Estatal del Distrito Federal, perteneciendo al partido por casi 20 años, donde también fungió como Diputado Federal en 1993.

Posteriormente, Marcelo es nombrado Subsecretario de Relaciones Exteriores en el gabinete de Carlos Salinas de Gortari, de 1993 a 1994. En 1995 renuncia al PRI, y en 1999 junto con Manuel Camacho Solis funda el Partido de Centro Democrático. En el año 2000 se une al Partido de la Revolución Democrática, y funge como 2 años en calidad de asesor del entonces Regente del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, mismo puesto que Ebrard mantendría del 2006-2012.

Pero, este texto no es para describir la trayectoria política de Marcelo Ebrard, ni cuestionar el desempeño que ha tenido en algún puesto público (es justo mencionar que en el 2010 recibió un premio por ser el mejor alcalde del mundo), sino para enfatizar en que, ¿si realmente Marcelo representa lo que Andrés Manuel? Ebrard, por más morenista que pretenda ser; es hijo del seno de una familia acomodada de origen francés, estudió toda su vida en La Salle y se recibió de Internacionalista de una de las universidades más selectas del país. Sin mencionar que cuando se le imputó el desvío de 10 mil millones de pesos, por el aumento sin motivo del coste de la línea 12 del metro, huyó y se mudó a Francia.

Marcelo busca representar la línea ideológica y de acción de Andrés Manuel, porque esto le supondría una victoria (en caso de que López Obrador tenga un buen/mejor desempeño y mantenga o aumente su aprobación) casi segura, pero ¿realmente podríamos compararlo con un “luchador social” ?, no cuestiono que Ebrard en verdad represente a una socialdemocracia o a una izquierda crítica progresista; pero eso no es Andrés Manuel, el no busca el populismo ni apuesta a la polarización de las sociedades. Sin mencionar sus vínculos con el enemigo #1 del representante del ejecutivo nacional, Carlos Salinas de Gortari.

Sinceramente, en Marcelo veo una persona capaz, un Secretario de Gobernación casi de facto y un simpatizante del desarrollo social; pero, su pasado, su trayectoria y sus errores no juegan a su favor. Aún faltan 4 años para las elecciones, y con una oposición destruida e ilegítima tiene el camino casi libre, solo que espero que su mayor aliado, no se convierta en su mayor enemigo (léase: Andrés Manuel López Obrador).