EL MANDATO DE REVOCACIÓN DE MANDATO.

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  • ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.

La revocación de mandato (RM), aprobada por el Congreso el l3/03/ 2021, es una pésima propuesta: no es del todo juiciosa, por decirlo suavemente, toda vez que la popularidad de un gobernante no siempre goza de estabilidad, pues no pocas veces tiene que tomar medidas impopulares que hunden su rating, pero aún más aún en estos tiempos en que todo lo sólido se desvanece en el aire. Recordemos que vivimos tiempos canallas, pues el mundo en que estamos viviendo y los países que lo integran son, por lo general, un gato con los pies de trapo y los ojos al revés. A este mundo de sombras había que agregar la polarización, cuyo maniqueísmo incita a los políticos a tirar por la ventana el respeto a las instituciones.

Estas razones por supuesto no se reflexionan cuando se perora a favor de la RM, olvidan que la Constitución posee las leyes y mecanismos para echar a un presidente que ya no sirve ni para maldita sea la cosa o si no los congresos los tienen deberían crearlos; o si consideran que muchos los años para la gobernanza del presidente, habían de proponer y acordar un período de 4 años para que el próximo presidente despachara en el palacio de gobierno, de tal suerte que en este menor lapso impediría lanzarse cada tres años en pos de validar el mandato del presidente en turno. Pero en nuestro caso, como la de Venezuela o Bolivia, la RM, obedece a la puesta en operación de un populismo que añora heredar el poder a sus bisnietos.

YO REVOCÓ, TÚ REVOCAS, EL REVOCA.

Pero junto a lo dicho, existen por lo menos tres elementos extraños que han suscitado en la línea del tiempo revocatorio. López Obrador fue elegido presidente desde 2018 hasta el año de 2024, y la ley revocación de mandato fue aprobada en el 2021. Según las consultas que he realizado, él no debe/no puede ser un presidente que se juegue el puesto el 10 de abril a través de la revocación de mandato, porque fue electo para gobernar seis años. Con este gesto y gesta estaría violando Andrés Manuel la Constitución. Pero qué necesidad…

Un segundo elemento, si es que ocurre el anterior: unos chavos medio uniformados nos entregan volantes que nos invitan a votar (SÍ) por López Obrador en el RM y en la noche siembran espectaculares como si fueran margaritas, antes y después de que los diputados “decretaran” su participación y también la de todos los funcionarios, para impulsar a la ciudadanía a votar, en aras de la libertad de expresión, justo cuando la Corte Suprema señaló que esa ley era inconstitucional porque se requieren que ello ocurra 90 días antes de un evento de esa magnitud. Y también la Corte mandato: Que toda la propaganda para la revocación corresponde al INE.

LO QUE SE VISLUMBRA EN LA OSCURIDAD.

Quizá el propósito de Andrés Manuel López Obrador es que su mandato sea hasta el final de los tiempos, aunque éste sea por interpósita persona y cuando ya no pueda mandar olvidó nos gane, seguramente querrá quedar como una estatua para el recuerdo perenne de los mexicanos, del tamaño de las que nos legaron Morelos, Juárez, Madero y Cárdenas; pues cuando alguien muere con la estatura de un santo non omnis moriar.

Si éste es el origen y destino de la hiperactividad que despliega cotidianamente como presidente y antes como candidato a la presidencia…