EL AGRESOR FUE CIRO GÓMEZ LEYVA; POLARIZACIÓN, PERO EXACERBADA; PÍO QUIERE MÁS DINERITO EN CASH

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#Columna
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DOMINGRILLA
EL AGRESOR FUE CIRO GÓMEZ LEYVA;
POLARIZACIÓN, PERO EXACERBADA;
PÍO QUIERE MÁS DINERITO EN CASH

FRANCISCO CHIQUETE
Cuando gobernaba el PRI, sus presidentes corruptos e ineficientes enfrentaban los crímenes importantes con el compromiso de resolverlos y hacer justicia. La mayor parte de las ocasiones incumplían su palabra.

Con los gobiernos panistas el compromiso era mucho más enfático. Lamentablemente el resultado era exactamente el mismo.

Hoy, con Morena, los asuntos importantes, como asesinatos de periodistas o atentados contra éstos, son respondidos con diatribas y nuevas agresiones verbales contra las propias víctimas.

Hace tres días, un grupo de delincuentes disparó repetidamente contra Ciro Gómez Leyva, uno de los periodistas más conocidos del país.

Afortunadamente no hubo consecuencias, pero el presidente no supo actuar de acuerdo con las consecuencias. Lejos de entender que su discurso virulento contra los periodistas genera más violencia, anunció que habrá una investigación del caso y luego volvió a lanzarse contra periodistas e intelectuales como Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín y el periódico Reforma.

Tres días antes hubo un desplante en que López Obrador dijo que las noticias dadas por Gómez Leyva provocaban tumores en el cerebro. Sé que esta comparación va a provocar el enojo de varios, pero el segundo enemigo histórico de AMLO, Vicente Fox Quezada, dijo en su momento que la gente no debía leer los periódicos porque leerlos les impide ser felices.

Por más que los especialistas, los analistas y muchos otros le han advertido al presidente que su discurso virulento incentiva la comisión de hechos también violentos, él insiste en dividir a la sociedad en los que están con él o contra él, sin buscar puntos de contacto que hagan posible la solución de las controversias.

Los seguidores del presidente han reaccionado ante este hecho con las posiciones de López Obrador. Aunque este ofreció investigación y esclarecimiento, para su grey no existió el ataque.

Se trata, dicen, de un autoatentado o de un invento destinado única y exclusivamente a poner en jaque el gobierno que representa al pueblo bueno.
Es evidente que el presidente considera benéfico para su causa que haya una polarización en la sociedad.

El problema es que la posición del amloismo en cada vez más radical, que las defensas a un presidente que no ha sido atacado, sino un tercero, son cada vez más virulentas. La víctima pasa a ser el agresor y la autoridad encargada de castigar a los responsables queda en calidad de afectada.

Sólo vea los twitts y posteos de funcionarios de #esclaudia y militantes de Morena en que no sólo dudan de que haya existido el atentado, sino que ya desarrollaron toda una teoría de conspiración en la que hasta la camioneta blindada que conducía Gómez Leyva es un elemento comprobatorio de la falsedad de los hechos, y la vecindad del agredido con Manlio Fabio Beltrones es una muestra de que “es parte de los privilegiados del pasado”.

Nadie ha dicho que la agresión venga del presidente o de su equipo, pero ya el morenismo está vendiendo que se trata de un montaje para perjudicar “a Andrés Manuel”.

Seguramente el caso va a quedar impune, como impunes están casi todos los casos de periodistas asesinados en este y en los anteriores sexenios, pero el gobierno está más preocupado por salvaguardar su imagen que por atender los reclamos de justicia de la sociedad.

DERROTAS GENERADAS
POR EL FAMOSO PLAN B

El presidente demostró finalmente que, contra lo dicho por una parte importante de la sociedad, “el INE sí se toca”. Lo tocó y profundamente con las reformas electorales aprobadas en el Congreso de la Unión. De acuerdo con todos los especialistas, después de esas contrareformas, el INE difícilmente podría conducir los procesos electorales venideros con la eficacia y certeza que la sociedad reclama.

Queda todavía la instancia de la Suprema Corte de Justicia, pero ahí ya se sabe el camino: basta con que cuatro ministros digan que las reformas no son anticonstitucionales, para que el nuevo tinglado prevalezca, aunque los otros siete ministros digan que sí son anticonstitucionales.Y AMLO tiene asegurados esos cuatro votos, y todavía cuenta con la posibilidad de oros más.

Pero con todo y Lo importante que son esas pérdidas, el mayor perdedor fue el Poder Legislativo.

Es cierto que ni diputados ni senadores han sido independentes jamás en la historia moderna de este país. Que con el PRI se hacía lo que el presidente decía; que con el PAN, aunque hubiese gobierno dividido, se encontraba la manera de negociar para que los legisladores hiciesen lo que el presidente se había propuesto.

Hoy, con Morena no sólo es conocida la disposición de que deben legislar “sin moverle ni una coma”.

Ahora se fueron de paso, al aprobar todo el paquete de papeles que les llevó el corcholato Adán Augusto López Hernández, sin leerlo y mucho menos analizarlo. Llegaron al extremo de aprobar una cláusula llamada “de la vida eterna”, que disgustó al propio presidente y que el secretario Augusto dijo que era “un papel de trabajo”, que sin embargo se convirtió en ley.

Para colmo, hubo un segundo episodio, en que los senadores volvieron a aprobar lo que se supone que no era para legislar. Y por si fuera poco, se aprobó de nuevo en la segunda vuelta de la Cámara de Diputados, porque Morena y el presidente necesitaban los votos del Verde y el PT, para sacar adelante la contrareforma.

Tuvo que intervenir otra vez el presidente, torciéndole la mano al PVEM para que retire la propuesta que ya había sido aprobada. ¿Puede un partido retirar algo que ya fue legislado? Esa fue la solución que encontraron para sacarse la barra.

El caso es que diputados y senadores se exhibieron serviles y marrulleros como nunca se les había visto. El secretario de Gobernación estuvo encima de los coordinadores Nacho Mier y Ricardo Monreal, con todo y la supuesta dignidad e independencia del segundo.

TODAVÍA QUIERE MÁS
EL POLLITO PÍO

Uno de los dos hermanos incómodos del presidente Andrés Manuel López Obrador (tiene dos que incomodan por la misma razón), demandó al periodista Carlos Loret de Mola ¡por haber afectado su imagen pública! Y por supuesto, quiere que Loret lo indemnice por lo que considera una gran pérdida.

El sujeto fue exhibido cuando recibía un sobre de papel con 150 mil pesos en efectivo, dinero que le entregó un funcionario del gobierno del estado de Chiapas, mismo operador que luego iba a ser funcionario de primer nivel en el gobierno de Andrés Manuel; dinero que, se ha dicho, provenía del gobierno de Manuel Velasco Coello, actual senador postulado por el Verde y Morena.

Con ese antecedente, el señor Pío dice que se le afectó su imagen pública porque “el video se hizo público fuera de contexto”. Es decir que si no hubiera sido sacado de contexto, habría sido legal recibir dinero de un funcionario público, no importa que el beneficiario haya confesado que era dinero para actividades políticas, dinero que no fue reportado al INE. Y a eso hay que sumar la confesión del propio presidente, en el sentido de que “fue dinero para la causa”.

Este seguramente es un récord mundial de la desvergüenza. Y si ya los jueces exoneraron al Pollito Pío, seguramente habrá también un juzgador que le dé la razón y obligue al periodista a pagarle una buena feria para resarcirlo de la buena imagen perdida.

LAS PRIORIDADES DE NUESTRO PAÍS
Seguramente ya México no enfrenta problemas de seguridad.
Seguro ya alcanzamos a Dinamarca en los servicios de salud.
Ya nuestras escuelas y el sistema educativo están en magníficas condiciones.

Ya Guillermo del Toro no tiene que enojarse por falta de apoyos al cine o a la cultura en general.
Los millones de pobres que venían creciendo, ya fueron reivindicados.

Lo mismo para servicios básicos y equipamientos urbanos de todos los centros poblados del país.
Ahorita la prioridad es traer a Bad Bunny a que cante en el zócalo. Gracias, AMLO.