¿Usted considera que Claudia Sheimbaum es una mujer carismática, que reúne todas las cualidades para gobernar al país? A simple vista no parece ser así, con todo y las virtudes que sin duda tiene. Pese a ello, encabeza las encuestas y sin duda tiene de su lado a una buena porción de los morenistas.
¿Qué es lo que permite a Claudia ponerse al frente de la contienda interna? Muy probablemente es la teoría bien arraigada de que ella es la favorita del presidente Andrés Manuel López Obrador. El propio presidente ha sido muy obsequioso con esa idea y de vez en cuando le da su levantada también a Adán Augusto López Hernández.
Siendo Morena y el gobierno mexicano espacio de un solo hombre, eso ha sido suficiente para que el futuro resultado de la futura encuesta se encamine precisamente hacia donde el presidente ha querido que vaya, por más que los demás contrincantes pataleen y exijan.
El todavía secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard Casaubón forzó la adopción de medidas como las renuncias inmediatas de las Corcholatas, pero difícilmente podrá contrarrestar esa idea. Por el contrario, conforme pasan los días, los más fervientes cuatroteístas se abren cada vez más contra Marcelo. Aquí en Sinaloa hubo un alto funcionario que, sintiéndose en confianza, posteó la acusación de que las citas para tramitar pasaportes estaban dominadas por la corrupción.
Puede que al final convenzan a Marcelo de que se discipline y puede que en un caso extremo, la propia Claudia aceptaría su derrota. El problema sería convencer a los seguidores de la jefa de gobierno para que depongan su actitud antimarcelo, si es que éste llega a ganar la encuesta que todo mundo coincide, decidirá el presidente.
Por lo demás, si la oposición está esperando a que alguna de las Corcholatas se separe y quiera democratizar al país desde fuera de Morena, ya puede irse olvidando de semejante sueño.
NO TIENEN VERGÜENZA
Tras la derrota recibida en la elección de gobernador del Estado de México, los dirigentes de los partidos que integran la Alianza a por México, salieron a presumir números, sumas y restas que dejaban la impresión de referirse a una victoria contundente.
Por cierto que en el PRI prefirieron lanzarse contra el gobernador saliente, Alfredo del Mazo, que asumir la realidad. El gobernador, dijeron, se entregó al presidente Andrés Manuel López Obrador. También lo hicieron Marko Cortez de Acción Nacional y sobre todo Jesús Zambrano, dirigente nacional de los escuálidos huesos del PRD.
Entre los muchos aspectos del análisis hecho por los especialistas sobre los números de la elección, hay uno que desnuda a los partidos. El PRI perdió votos respecto de la elección anterior de gobernador, aunque tuvo una recuperación marginal respecto de la elección de 2021.
Pero sus socios PAN y PRD, resultaron más ineficientes que el PVEM y el PT, que le dieron más puntos a Delfina, aunque sólo hayan sido administrativos.
Acción Nacional obtuvo 701,016 votos; el PRD apenas 183 079.
Por su parte, el PVEM y el PT formalmente aportaron 922 mil 454 votos, No es que esa cantidad de mexiquenses haya acudido a las urnas entusiasmado por respaldar a esas tristes agrupaciones, sino que el convenio de alianza les asignó esa cantidad de sufragios en conjunto. De todos modos, son más de los que aportaron los llamados “partidos grandes”.
Si Alejandro Moreno, del PRI, Marko Cortez, del PAN, y Jesús Zambrano, del PRD, realmente quisieran impulsar una alianza exitosa para el 2024, tendrían que renunciar a sus cargos y decir a la ciudadanía que sus partidos realmente están en libertad de enmendar errores y establecer una oferta política de honestidad.
Por cierto este lunes estará en Mazatlán el senador panista Damián Zepeda, uno de los opositores a que su partido participe coaligado en la elección presidencial próxima. Es muy difícil poner la cara en negociaciones con personajes como Alito Moreno, o como Zambrano, en eso tendría razón, pero tampoco se puede creer que de veras piense en la posibilidad de que Acción Nacional gane por su cuenta, como dice creerlo también el dueño de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.
NO QUIEREN QUE EL
QUÍMICO SEA OLVIDADO
¿Recuerda usted la película Rescatando al soldado Rayan?
El operativo legal montado para no castigar como se debe al Químico Benítez hace que los desempeños de aquella película sean juegos de niños.
La lentitud del juicio que se sigue al Químico Benítez y el evidente propósito de protegerlo, habían logrado apaciguar el enojo de la ciudadanía mazatleca, pero ahora que dieron el paso de someterlo formalmente a proceso, volvieron a encender la irritación, porque habiendo tanto material para sancionarlo, lo enjuician por haber comprado irregularmente dos vehículos que luego regaló.
Cuando finalmente le abran causa por las lámparas multimillonarias que colmaron la paciencia de la sociedad, el enojo va a ser mayor, porque la acusación no es por robo ni mucho menos, sino por el delito favorito del régimen cuando se trata de enjuiciar a quienes pertenecen o han pertenecido a las filas de Morena: uso irregular de la función pública, que no alcanza cárcel o la alcanza tan mínimamente, que se puede evitar con una medida administrativa.
Esa es la acusación contra el Químico, y también contra el ex alcalde culiche Jesús Estrada Ferreiro, y ahora también contra el rector de la UAS, Jesús Madueña Molina. Uno tiende a pesar que la fiscal Sara Bruna no tiene mucha imaginación para eso de las acusaciones, pero luego reflexiona y ve que también al director del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, le están achacando la misma acusación, de modo que aún si lo hubieran visto
tirando las llaves de la cárcel en que murieron cuarenta migrantes, su castigo no llegaría a mayores.
LA TERAPIA DE SHOCK DIO
RESULTADO EN LA UAS
La unidad se veía perfectamente garantizada en las filas del cuensimo, dificultando los empeños de cambio encabezados por el gobernador Rubén Rocha Moya, pero a tanto golpe y golpe, ya apareció el primer resultado: una fisura no menor entre la nomenklatura de la Universidad.
Aquel famoso pago de 18 millones de pesos por concepto de tortillas, llevó al rector Madueña a lanzarle la viga a su antecesor, Juan Eulogio Guerra Liera, en cuyo periodo se habría realizado el pago. Madueña y Guerra traían ya diferencias, como las hubo también con el doctor Víctor Manuel Corrales Burgueño, y muy seguramente con el mismísimo Héctor Melesio Cuén Ojeda, a quien algunos llaman “Don Cuenone”, pero todo había quedado en el anecdotario. Este ocho de junio, Guerra Liera soltó de su ronco pecho una advertencia: el PAS debe salir de la UAS, como deben salir los otros partidos.
Ese punto no debió llegar, pues si el estado consigue agrandar la brecha, pueden empezar a surgir datos sobre la metodología del manejo presupuestal, y con ello la verdadera historia de la manutención del PAS.
Por lo pronto el asunto de las tortillas, y el de los pollos, dan mucha información, no sólo por lo espectacular de las cifras, sino por la procedencia de las facturas, que echan luz sobre muchas otras posibles operaciones.