PEDERASTÍA RELIGIOSA: UN CRIMEN EN CONTRA DE DIOS. – La fe es un voto de confianza y el último recurso que le queda al desposeído. – Qué bueno que el Papa Francisco decida combatir esta lacra que perdura desde hace muchísimos años. Alfredo Ramírez. Decía amabilísimo amigo mío, que cuando se nos ocurriera hablar de política y de religión con otras personas, deberíamos de hacerlo con un garrote cerca. Por aquello de los apasionamientos y de las posiciones radicales disfrazadas de necedad. En virtud de lo anterior, evitamos entrar en discusiones de este tipo con imbófidos. Empero, el caso es que en los últimos días, o más bien semanas, hemos sido testigos de un cambio radical en la postura de la Iglesia Católica, en relación a los casos de denuncias por pederastia en contra de algunos de sus miembros. A Dios gracias, escasas manzanas podridas en el enorme huerto del cristianismo. Hoy la sociedad está más despierta, y muchas víctimas de cualesquier tipo de delito o afrenta se atreve a denunciar; poniendo en crisis ya a instituciones, gremios y cofradías. Antaño, en la sociedad rural mexicana y, en buena parte de la urbana; había dos figuras prácticamente “sagradas”, que eran consideradas los guías de las comunidades, y estos eran; el sacerdote o párroco del pueblo y el profesor de la escuela. Lamentablemente, desviaciones de algunos de estos personajes, empezaron a propiciar el deterioro de la imagen en general. Hoy, hablar de los maestros como sector genera opiniones encontradas, y lo mismo ocurre con los sacerdotes. Muchos podrán afirmar, con toda la justa razón, que una golondrina no hace verano. Y es cierto, sin embargo vivimos en una sociedad donde ya lo negativo se superpone. La pederastia, es un crimen per se. Es un acto en contra de la dignidad humana, sobretodo porque afecta y atañe a un sector poblacional incapaz de defenderse por la vía física, y en la mayoría de las ocasiones trae consigo una serie de taras traumáticas para toda la vida de éstas mismas personas. Empero, es doblemente un crimen, porque ocurre en contra de personas que son confiadas en un acto de fe, de buena voluntad, por los padres de familia. Otra cosa grave es cuando el agraviado padece la doble victimización, es decir la del agresor y la de la instancia que, se supone, debe de defenderlo y cobijarlo. En el lamentable caso de San Luis Potosí, donde se acusa a un clérigo de nombre Eduardo Córdova Bautista de haber abusado, a lo largo de 30 años, de más de cien menores, es de poner los pelos de punta. Afortunadamente el Papa Francisco tomó cartas directas en el asunto; como ya lo había hecho en casos similares de Estados Unidos y Alemania; y además de separarlos de la Institución, conminó a que se establezcan las denuncias correspondientes y se aplique la justicia. Actitud la de Bergoglio, muy diferente a la que se vivió en relación a denuncias tan terribles que se dieron en contra de Marcial Maciel, sin que se aplicara la mínima justicia. En este caso, la agente del Ministerio Público, Angélica Mendoza Muñoz, dio inicio, hace algunos días, a la averiguación previa número 289/V/2014 donde se compilan dos denuncias: la formulada por el Tribunal Eclesiástico de la Arquidiócesis de San Luis Potosí y la de 20 víctimas que presentaron por escrito declaración y documentos como prueba de los agravios. Bien por todos ellos y bien por la autoridad. Confiemos en que se siente un precedente que sea ejemplo de clase mundial, pues este tipo de aberraciones atentan contra la propia fe, la confianza y hasta el propio dogma. Esto además, claro, de todas las normas que deben de regir las relaciones entre los seres humanos; que, por cierto, son muy dadas a ser violentadas por actores políticos. LA DEL ESTRIBO.- Los del IMSS pobrecitos son huerfanitos. Ojala y cuando estén agonizando la extremaunción no se les llegue. Ojala y se pudran en vida. Ningún animal de esa institución atendió a la señora que se lesiono en sus instalaciones. Al señor director que se pudra en vida, junto con todos los empleados. Han de creer los So Bestias que será eternos. HLP…DM.
