El sector acuícola de Sinaloa se encuentra en una situación crítica, ya que el 60% de las granjas camaroneras han decidido no sembrar este año debido a la falta de apoyos gubernamentales y la competencia desleal del camarón importado de Ecuador. Esta doble amenaza ha puesto en jaque a una industria vital para la economía regional y nacional.
Los productores de camarón en Sinaloa han expresado su profunda preocupación ante la ausencia de subsidios y programas de apoyo por parte del gobierno federal. «Nos sentimos abandonados,» declaró Carlos Urías Espinoza, presidente de la Confederación de Organizaciones Acuícolas de Sinaloa. «Sin los recursos necesarios para invertir en la siembra, simplemente no podemos mantener nuestras operaciones. Esto no solo afecta a nuestras familias, sino también a miles de trabajadores que dependen de esta industria.»
La situación se agrava con la entrada masiva de camarón de Ecuador a precios significativamente más bajos. La producción ecuatoriana, que cuenta con subsidios y costos de producción más bajos, ha inundado el mercado mexicano, desplazando al camarón local.
Recordó que el año pasado, el 2023 la producción acuícola cerró con una producción de 75 mil toneladas, lo que no fue bueno, porque los precios cayeron por la entrada de camarón extrajero.
El impacto de esta crisis no se limita a los productores. La cadena de suministro completa, desde los proveedores de alimento hasta los transportistas y comerciantes locales, se ve afectada. Los expertos advierten que si no se toman medidas urgentes, la economía regional podría sufrir pérdidas significativas.
Organizaciones del sector han hecho un llamado urgente al gobierno federal para que implemente políticas de apoyo inmediato. Entre las demandas se incluyen subsidios directos, reducción de impuestos y aranceles más altos para el camarón importado. “El futuro de nuestra industria y la estabilidad económica de Sinaloa dependen de ello.»