CÓMO DEBE DISCULPARSE EL QUÍMICO BENÍTEZ DE LA SÍNDICO?

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ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.

 

El Tribunal Electoral del Estado de Sinaloa resolvió como procedente la existencia de actos que constituyen violencia política en razón de género y acoso laboral en contra de la Síndico/Procuradora del Ayuntamiento de Mazatlán, Elsa Isela Bojórquez Mascareño. Además esa entidad ordenó a las autoridades vinculadas el cumplimiento de esta resolución y que se dé la información en un plazo de 10 días.

 

Le quedan al alcalde menos de una semana para expresarle a la síndico/procuradora su mea culpa, que hasta ha escamoteado por lo menos dos veces. Conociendo al Químico como lo conocemos, seguramente ha intentado escribir el documento para pedirle perdón a Elsita; pero todos se han convertido en “borradores” y los ha tirado a la basura, porque no solamente tendrá que leerlo frente a un cabildo enfermo de mutismo y complicidad, además tiene publicarlo en algún periódico local, circunstancia que puede convertirlo en la comidilla del murmureo público y publicado de todos y cada uno de los patasalá. Veamos algunos de sus infructuosos esfuerzos.

 

LOS BORRADORES TIRADOS A LA BASURA POR YA SABES QUIÉN

 

Borrador uno: “Quiero extender mis más sentidas disculpas a la honorable Síndico/procuradora, Elsa Isela Bojórquez Mascareño, no sólo haberla trabado con las “patas”, sino por haberles dado facultades a mis funcionarios para que obstaculizaran el cumplimiento a su digna labor a la que la mandata la ley, y que no nosotros hemos incumplic…”

 

Se repente el químico, sin mayúscula, se levantó del escritorio con la cara descompuesta, profirió algo impublicable… y en un movimiento de rabia arrancó la hoja de su vieja máquina de escribir y la apretó con las manos hasta hacerla irreconocible, al grado que tomo la forma de un puño de ligas. Y grito: “Nunca me humillaré antes esa… y menos ahora que quiero ser gobernador…” Caminó en en zigzags con la respiración agitada. Su asesor entró al quite: le sobó la espalda y poco a poco se le fueron calmado las aguas del hígado, lo es un decir. Aún con el rostro compungido, volvió al escritorio para escribir una disculpa “verdadera”, para lo cual tenía que hacerle un cambio “verdadero.…”

 

Borrador dos: Quiero expresarle a la distinguida Síndico/procuradora, Elsa Isela Bojórquez Mascareño, que se aquí en adelante ya no mentiré, robaré y no traicionaré…A medio camino explotó, con un dequeismo que asustó a su asesor: ¡Qué!, ¡qué!, ¡qué” “qué!, ¡qué…! Parecía Luis Guillermo I se había convertido en un pato de vergelancia, tenía los ojos desorbitados y el poco pelo que le queda en la mollera se le puso cihinito.

 

Y ni tardo ni perezoso brincó de la silla del escritorio, y como un felino. Tomó del cuello al asesor que estaba a sus espaldas, y le dijo sin miramientos: “Ustedes los funcionarios sólo me crean problemas, puros problemas, hijos de… y más tú que eres mi asesor y sabes escribir ni la o por lo redondo; pero eso sí, están listos para cobrar su quincena por no s hacer nada, nada que valga la pena. Para variar el asesor empezó a quitarle los zapatos y sobarle los pies como en otras ocaciones, y le susurró al oído:”Señor Presidente, con mayúscula, usted de cuece aparte, como su querido Mazatlán, jefe.

 

 

Borrodor tres: Volvió al escritorio e intentó escribir, pero se quedó dormido como a las tres de la mañana, no sin darse un golpe en la frente que por la pesadez de su pesadilla no sintió, y de veras que ronca… No se ve mal dormido… Pero el asesor salió sigiloso de la oficina, pero se fue preocupado porque si se ladeaba un poquito el presidente, podría darse un golpazo por la forma como los años le han acomodado el cuerpo y sus alrededores.

 

UN FINAL SIN FINAL

 

Es que hacer el documento de disculpa a la síndicó requiere es un gran esfuerzo intelectual y sólo, y en el staff del Químico, empezando por él, no existe esa materia gris, pues lamentablemente lo que natura non da, Salamanca non presta. De ahí la dificultad de tejer muy fino el documento de disculpa, para que tanto el culpable como la culpada deban salir ilesos de ese entuerto que prácticamente se les fue de las manos. A simple vista se antoja como un juego de suma cero.

 

Pues el documento de marras debe quedar perfectamente balanceado, y eso es precisamente lo que el Químico y sus huestes no saben hacer: en ese pápiro además de quedar rebién con la síndico; tiene quedar mejor Luis Guillermo I. Eh ahí la dificultad…Y ese propósito sólo puede lograrse –y a medias- sí Elsa Bojórquez llora de felicidad por esa lisonja embustera, y además que la prensa retoma sus líneas maestras de esa inesperada y las echa a volar y en sus columnas, escriben con letras de oro: “Se reconcilian el Presidente y la Síndico/Procuradora!.

 

Por supuesto esta reconciliación estará soldada con lágrimas de cocodrilo. No se ve fácil, no es fácil. Quizá por ello hoy el Químico le dijo a Noroeste, que todavía le quedaban dos instancias, a instancias de quién. Cosas veredes, Sancho.