«Cineratura»: Palomitas para un aprendizaje literario más ameno

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La biblioteca «Manuel J. Clouthier» fue sede de una nueva función del programa «Cineratura» durante la proyección de la película “Arráncame la vida” de la escritora Ángeles Mastretta. Esta iniciativa del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Artes de Mazatlán, busca tender puentes entre el cine y la literatura, al ofrecer a los asistentes la oportunidad de descubrir las obras literarias que inspiraron reconocidas películas.

Alonso Guerra, coordinador del área de Bibliotecas, explicó que la actividad tiene como objetivo principal acercar los clásicos de la literatura al público. El programa consiste en la proyección de filmes basados en libros, después se invita a los usuarios de la biblioteca a leer los textos originales y comparar la experiencia visual con la lectura.

Pedro Aguirre Guerrero, colaborador del turno vespertino en la mencionada biblioteca de la Colonia Francisco Villa, destacó el poder de «Cineratura» para promover y estimular la lectura en jóvenes, niños y adultos.

Considera que esta actividad brinda una experiencia “bonita” y enriquecedora al permitir a los participantes identificar las diferencias y similitudes entre la obra escrita y su adaptación cinematográfica.

El único requisito para unirse a esta experiencia es la disposición para participar activamente en los debates que surgen tras la proyección.

La función inició tras una breve introducción a la obra seleccionada: «Arráncame la Vida» de la destacada escritora y periodista mexicana Ángeles Mastretta. Esta novela, ganadora del Premio Mazatlán de Literatura en 1986, traducida a once idiomas, fue llevada al cine en 2008 bajo la dirección de Roberto Sneider.

«Arráncame la vida» sumerge al lector en la historia del inicial y sumiso amor de Catalina por el general Andrés Ascencio, y su paulatina liberación de su rol de subordinación conyugal, al tiempo que cuestiona el contexto político que diluyó los ideales revolucionarios.

Para complementar la experiencia cinematográfica, los asistentes disfrutaron de las tradicionales palomitas y refrescos, creando un ambiente relajado y distendido que hizo de la tarde una pausa agradable en la rutina semanal.