Rosa Elena Sánchez Moraila, directora general de la Unidad Mazatlán del Centro de Integración Juvenil, informó en entrevista que a pesar de la situación que vive Sinaloa, los CIJ trabajan de manera normal y se atiende al año, en promedio, a unas 500 personas por distintas adicciones y otras mil que son familiares y que reciben también un tratamiento para el apoyo de sus seres queridos. Reconoce que hay más adicciones en sustancias ilícitas, como las anfetaminas.
Donde nos necesiten ahí estamos trabajando: en el sector salud, en las comunidades, las colonias; en prevención, desarrollo de competencias, capacitación y formando personas que quieren apoyar en la prevención y en estilo de vida saludables; ahorita estamos trabajando con cursos de primavera en menores y tenemos un grupo que trabaja en la colonia Flores Magón por las tardes donde acuden las personas a recibir los apoyos preventivos.
Dijo que se atiende a muchas personas por alcoholismo, consumo de marihuana, sustancias ilícitas y de salud mental
Más adelante, la licenciada Sánchez Moraila dijo que se hace un buen trabajo y que su equipo técnico está conformado por un médico general, tres psicólogos y dos trabajadoras sociales, aunque contamos con trabajadores voluntarios de carreras como psicología, trabajo social, medicina, también en arquitectura, administración o contabilidad, quienes a su vez se preparan para dar pláticas colectivas o cursos de desarrollo de competencias de la prevención en salud mental o las adicciones. También tenemos terapias familiar e individual, agregó.
La titular de esta unidad del CIJ, con una experiencia de 30 años al frente del Centro, dijo que hay personas que se atienden desde los 13 años hasta los 90 años, en este caso por salud mental y que son traídos por los familiares, sin embargo hay personas de los 80 años que llegan por su propio pie y sin familiares que los acompañen; son personas que buscan su salud, puntualizó.