ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.
La crema y nata del capitalismo estadounidense quiere cambiar la forma de hacer negocios. Esta iniciativa la lanzó Business Roundtable, organización que agrupa a los presidentes ejecutivos de 181 de las mayores corporaciones de Estados Unidos, desde Amazon hasta Xerox, pasando por las mayores empresas de comercio minorista (Walmart), tecnología (Apple), energía (Exxon Mobil), telecomunicaciones (AT&T), automóviles (Ford), finanzas (JP Morgan Chase), entre muchas otras. Se trata de compañías que cuentan con más de 15 millones de empleados y unos ingresos anuales superiores a los US$7 billones dólares.
En efecto, los líderes de estas empresas divulgaron una declaración en la que asumen un cambio de visión radical sobre el objetivo de sus corporaciones, rompiendo con la política que mantenían desde hace más de 20 años, la cual privilegiaba la maximización de los beneficios de los accionistas por encima de cualquier otra consideración. A partir de ahora, su propósito se ampliará para favorecer también a los empleados de las compañías, a sus clientes y a las comunidades en las que operan.
ANTECEDENTES
Desde 1978, Business Roundtable publicó declaraciones sobre los principios del gobierno corporativo y en todos esos documentos divulgados desde 1997 se ha respaldado el concepto de «primacía del accionista». Esta visión se puso en boga en la década de 1970, alimentada en gran medida por la doctrina elaborada por el reconocido y controversial economista Milton Friedman, de la Universidad de Chicago, quien en un artículo publicado en The New York Times, señaló sin ambages:»La responsabilidad social de una empresa es generar sus ganancias».
Con el curso de los años se produjo el giro -neoliberal- que llevó a la era de la primacía de los accionistas, durante la cual la política corporativa se ha centrado en maximizar las ganancias a costa de la reducción de los beneficios de los empleados, así como de cualquier otro «gasto improductivo». Para garantizar que estos cambios se produjeran, las compañías establecieron además programas de incentivos en los cuales los bonos de sus altos ejecutivos dependen de los dividendos que produjera la empresa a corto plazo.
PARA REVERTIR EL RECHAZO DE ESOS MEGACAPITALISTAS.
Pero si las ganancias de las grandes empresas aumentaron, también lo hizo su mala imagen pública. El rechazo a las grandes corporaciones alcanzó niveles muy elevados tras la crisis financiera de 2008. La desconfianza en las compañías estadounidenses ha crecido hasta el punto de que la idea misma del capitalismo está siendo debatida en la escena política. Jamie Dimon, jefe del Business Roundatble y presidente ejecutivo del banco JP Morgan Chase, destacó que este giro está vinculado con una visión de sostenible a lo largo del tiempo.
En su nueva posición Business Roundtable se compromete cumplir cinco puntos concretos: 1.- Entregar servicios o bienes de valor a sus clientes. 2.- invertir en sus empleados y compensarlos en forma justa. 3.- Negociar de forma justa y ética con los proveedores.4.- Apoyar a las comunidades en las que están asentadas las empresas. 5.- Generar rentabilidad de largo plazo para los accionistas. Dicho en otra forma: los grandes capitalistas norteamericanos arrojaran a diversos agentes con los que tienen relaciones una parte de sus cuantiosas ganancias; cierto, es poco, pero es algo. Y por esos intersticios se asoma, sino la quiebra del neoliberalismo, sí el gran encono social que existe contra este tipo de capitalismo salvaje, no sólo en la Unión Americana, sino en todo el mundo.
EL PROMETER NO EMPOBRECE, AUNQUE A LARGO PLAZO…
No se equivoquen, no fue la democracia de los accionistas la que creó este nuevo momento de iluminación. La indignación pública impulsó esto. También lo hizo la ira en Washington y el escrutinio de los organismos reguladores. Los accionistas -con algunas excepciones- no se dejaron convencer hasta que ya no tuvieron otra opción que darse cuenta de que estas fuerzas podrían tener un impacto en sus inversiones», escribió Ross Sorkin en The New York Times.
Algunos críticos de esta iniciativa apuntaron que este anuncio es más una declaración de intenciones que un plan de acción, por lo que resulta razonable que haya dudas sobre su verdadera aplicación. Así que este cambio en la visión de los objetivos corporativos de las grandes empresas de Estados Unidos es por ahora una semilla, cuyo cultivo no parece garantizado.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS…
En los últimos días de agosto, la U.S. Business Roundtable, que es la asociación o cámara industrial que reúne a las empresas más grandes y más poderosas de Estados Unidos, emitió un comunicado que puede ser un parteaguas en la historia del capitalismo, sobre todo ante los claros descontentos y deficiencias del capitalismo en términos de la solución de la pobreza y de la desigualdad, los episodios de populismo alrededor del mundo y de protestas contra el sistema, como una clara reacción a esa insatisfacción social. (Forbes. Luis Foncerrada. 9/ 09/ 2019)
Esta cámara ha revertido un dicho popular, toda vez que el miedo sí anda en burros.
Datos de la Redacción BBC News Mundo