Una experiencia que cruza fronteras disciplinarias
Mazatlán, Sinaloa a 19 de septiembre de 2025.-
La Escuela Profesional de Danza de Mazatlán (EPDM) fue escenario de un encuentro singular entre filosofía, ciencias cognitivas y danza con la presencia del Dr. Abraham Sapién, filósofo e investigador transdisciplinario cuya trayectoria internacional lo sitúa en el cruce de las artes, la filosofía y la investigación científica.
Su visita se enmarca en el curso “Metodología transdisciplinaria para la danza”, una propuesta que busca que los estudiantes comprendan el cuerpo no solo como instrumento artístico, sino también como un campo de investigación capaz de generar conocimiento, identidad y transformación social.
Un objetivo más allá del movimiento
El proyecto parte de una pregunta esencial, ¿Cómo investigar desde, con y sobre el cuerpo y el alma?. Para Sapién, el trabajo artístico debe dialogar con las ciencias y la filosofía, generando metodologías mixtas que permitan abordar problemas complejos. En sus palabras, la transdisciplina implica unir lo humanístico, lo científico y lo corporal-artístico para que la investigación tenga repercusiones éticas y sociales.
El curso incluyó herramientas teóricas y prácticas que llevaron a los estudiantes a reflexionar sobre la afectividad, la memoria corporal y la construcción de narrativas colectivas. Actividades como “El rostro que tenemos” o el “Cuento instantáneo” evidenciaron cómo la danza puede transformarse en un espacio de creación compartida y conciencia social.
Durante su estancia, Sapién subrayó que lo ético en este proceso no se limita a normas abstractas, sino que se piensa en la construcción de narrativas comunitarias. Reconocer los problemas comunes, identificar a los grupos que los padecen y diseñar formas colectivas de responder. Así, la danza se vuelve un medio para investigar afectos y proponer soluciones desde el cuidado y la relación comunitaria.
“Es la filosofía al servicio de la transdisciplina —afirma—, para tener al cuerpo investigando afectos que ayuden a mejorar problemas de índole social”.
Regina Oga: la danza como bienestar social
La presencia de Regina Oga aportó un ángulo vital a la propuesta. Egresada como intérprete de danza contemporánea y con estudios en medios audiovisuales y ciencias cognitivas, Oga ha desarrollado proyectos reconocidos por el FONCA y el PECDA, además de su trabajo en el colectivo independiente La Silla de Daniela.
En entrevista, destacó que la danza contemporánea es una herramienta poderosa siempre que esté conceptualmente desarrollada:
“Comprender la danza no solo como técnica, sino como una herramienta de investigación y bienestar social es fundamental. Este poder que tienen las artes para convertirse en agentes de transformación social solo se da cuando hay proyectos sólidos detrás, pensados en su impacto comunitario”.
Para Oga, talleres como los realizados en la EPDM otorgan a los estudiantes profundidad en sus prácticas artísticas e interpretativas, al vincular movimiento, reflexión y participación social. “No solo se llena de significado el movimiento —añade—, también se entiende la función de los intérpretes, de los músicos y de todos los involucrados en la creación hacia un impacto social”.
Impacto en Mazatlán
En el contexto estudiantil de la EPDM, estas propuestas adquieren una dimensión particular, se trata de formar bailarines capaces no solo de dominar la técnica, sino de pensar críticamente el cuerpo como eje de conocimiento. Para Sapién, la danza posee dos formas de saber, el saber hacer y el saber sobre ese saber hacer. Integrar ambas es la clave para generar propuestas de cambio social.
Al traer a Mazatlán esta metodología, la EPDM refuerza su vocación de ser una institución que no solo forma artistas, sino también agentes culturales con la capacidad de intervenir en los procesos sociales contemporáneos.
La presencia del Dr. Abraham Sapién y Regina Oga en la EPDM abre un horizonte en el que la danza deja de pensarse como un fin en sí misma y se proyecta como un espacio de investigación y transformación social. Los estudiantes, al participar en esta experiencia, se convierten en protagonistas de un modelo educativo donde filosofía, ciencia y arte convergen en la búsqueda de nuevos caminos para comprender y transformar la realidad.