ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.
Zepeda Patterson es licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara, maestro por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y cuenta con estudios de doctorado en Ciencia Política en la Sorbona de París. Formado en el diario El País de Madrid, fundó y dirigió el periódico Siglo 21 de Guadalajara desde 1991 hasta 1997, año en que crea y encabeza el diario Público, que sustituyó al primero. En 1999 deja Público para asumir la subdirección del periódico El Universal en la Ciudad de México, cargo que desempeñaría hasta el 2001. Además de ser un buen periodista, es también escritor de novelas negras, con “Milena, el fémur más bello del mundo” ganó el premio de editorial Planeta en el 2014.
Jorge Zepeda al menos desde 2017 hasta hasta su columna ‘El Modito’, publicada el 3 de mayo del año en curso, había defendido y elogiado a la 4T y a su líder Andrés Manuel López Obrador, no sin ciertas críticas colaterales; vale decir que algunas de ellas fueron agudas, pero siempre quedaron bajo la sombra de su opción preferencial por el Presidente de la República; postura que le ganó del mandatario el calificativo de ser uno los mejores periodistas de México, al lado de Federico Arreola y Enrique Galván Ochoa, el día 23 de abril. Nuestro periodista, contestó en su columna del 26 de abril, en ‘Periodistas buenos y periodistas malos’: “Aunque difiero en la apreciación del presidente sobre el estado actual del periodismo, agradezco la percepción que tiene de mi trabajo (aún cuando, como decía el clásico, bien a bien no sé si ayuda a mis tareas de analista, las perjudica o todo lo contrario).
LOS AMORES SON FUGACES, PERO PUEDEN RETORNAR.
Esta luna de miel fue rota por Zepeda Patterson, aunque aún no se haya convertido en luna de hiel. En su columna El Modito, publicada el 3 mayo, señala a toda Iberoamérica lo siguiente: “En En teoría (…) ¿Quién podría estar en contra de un soberano obsesionado por combatir la corrupción, quitar el boato a los usos y costumbres de los políticos y el gasto suntuario a los funcionarios, rendir cuentas durante dos horas al día, eliminar los chayotes de la prensa, quitar prebendas fiscales a las grandes empresas abusadoras, mejorar o intentar mejorar el poder adquisitivo de los pobres? ¿Cómo no coincidir con las premisas de un gobierno que intenta hacer un cambio a favor de la justicia social sin nacionalizar empresas privadas, sin endeudar las finanzas públicas, sin engrosar el gasto público y las filas de la burocracia, sin desestabilizar a la sociedad en su conjunto?
Y señala que si bien a “Peña Nieto en el mejor de los casos se le desprecia, a López Obrador se le odia. ¿Por qué? ¿Porque está transfiriendo masivamente recursos a los pobres? ¿Porque está combatiendo a la corrupción? No, lo execran por el modito, para decirlo en sus propios términos.
Es su estilo, sus desplantes verbales, sus provocaciones, ocurrencias y acusaciones lo que verdaderamente les produce ronchas. Por alguna razón el Presidente eligió construir la 4T dinamitando la relación con muchos que no eran sus enemigos, o al menos no todos. Sociedad civil, grupos ecológicos, movimiento feminista, intelectuales, científicos, medios de comunicación y muchos empresarios. Una y otra vez el patrón es el mismo, tres ejemplos: El plan de guarderías, el movimiento feminista y el plan de rescate frente a la pandemia’. Dicho con Max Weber: el presidente carece de racionalidad de medios respecto a sus fines.
AMLO Y SUS ‘ADEVERSARIOS’ SON UNO Y LO MISMO.
El siete de junio de este año es que más largo que la cuaresma a pesar de que su tiempo circular, el autor del autor de ‘El fémur más bello del mundo’ da un paso más adelante, pues ya no se trata de corregir ‘El Modito’.
En efecto, en su columna del 7 de Junio, Quién está detrás de los anarquistas provocadores, AMLO es equiparado con sus opositores; por cierto, este RockStar del periodismo, los había descalificado a través de una taxonomía, en la que sus estratos fueron descalificados; Quizá esa descalificación genérica puesta en obra pudo haberse llamado: ‘Los 7 pecadores capitales y un sólo Dios verdadero”. Esta clasificación de Paterson, la escribió el 31 de mayo, con el título de ‘Adversarios: ¿quiénes son los enemigos del presidente López Obrador?’
Para Zepeda Patterson la polarización no sólo viene de arriba sino también de abajo, y viceversa. Todos ambos bandos y sus bandas, tienen las manos metidas al fuego, que puede incendias a nuestro desierto, pues al estar provocando “La inestabilidad y generar un río revuelto, puede tener detrás a más de un tipo de pescadores. De ambos lados hay radicales con agendas oscuras, así como de ambos lados hay actores genuina y honestamente interesados en defender lo que creen.
No todo el que está en desacuerdo con López Obrador es un golpista, ni mucho menos; como también es cierto que no todo el que desea un gobierno que le de preferencia a los pobres desea el empobrecimiento de los ricos. El problema es que, a medida que se descompone la discusión, los moderados se hacen radicales, la pasión sustituye a las razones y la verdad desaparece de la conversación pública para dar paso a la descalificación, la manipulación y la desinformación políticamente interesada”.
ZEPEDA PATTERSON: QUO VADIS?
Una pregunta es imperativa: ‘Ante este desplazamiento tan rápido de Jorge Zepeda Patterson, cuál será su siguiente paso? Quizá ya no pueda devolverse a su reciente pasado, pero tampoco creo que pueda reconciliarse con lo conservadores. Creo que su siguiente paso será acentuar su crítica de su última columna para denunciar e invitar los toros de lidia que amenazan con derrumbar el corral republicano con los topes fallidos de los adversarios, por no decir más feo; y seguramente también escribiendo en el viento un llamado doctoral para esos cimarrones se ‘”porten bien” hasta que quede que pierda ‘el sentido de la voz, lo cual sería tristemente triste. Aunque podría ser volver al diván donde enhebra los complejos tejidos de sus hermosas novelas.
Aunque me gustaría que fuera uno de los hombres que ven más allá de lo evidente y se dedicará a trazar un programa muy atractivo, tanto por su claridad como por su profundidad, que vaya más allá de este espectro inefable en el “conservadores y liberales” sin capacidad de contribuir edificar un país mejor, pues tanto unos como otros padecen daltonismo, con añadido que los hace peores aún: son profundamente corruptos y autoritarios. Si Zepeda Patterson de animara, este servidor también pondría su granito de arena y tal vez millones de mexicanos. Y hoy es aún más necesario, sobre todo porque ha emergido una convocatoria maniquea: Solamente hay de dos sopas, estar con el “conservadurismo” o estar con los “liberales”, porque ya no hay medias tintas ni tintas medias. Álgame la virgen. Dios nos coja confesados!