Mientras el lado autoritario de la presidenta Claudia Sheinbaum descalifica y se burla de la manifestación de miles de jóvenes de la Generación Z y de otros miles de personas de todas las edades de organizaciones civiles, empiezan a aparecer videos en las redes sociales donde la policía de la ciudad de México reprime y golpea de manera brutal a los marchistas.
Hay un video donde un joven se ve noqueado y todavía dos policías lo golpean en la cara a patadas; en otros videos se ven a mujeres que son agarradas prácticamente del cuello para inmovilizarlas. En video más, familiares gritan a un camión que traslada a jóvenes a reclusorios de la ciudad de México y se escucha a coro: “Son estudiantes, no criminales”.
Parecieran escenas del México 68 cuando el presidente Gustavo Díaz Ordaz reprimió a sangre y fuego con el Ejército y grupos de golpeadores profesionales armados, llamados “halcones”, a los jóvenes y estudiantes.
Incluso, el propio presidente de los EU, Donald Trump, dijo que la presidenta Sheinbaum tiene un serio problema en la ciudad de México.
En octubre pasado, miles de personas desfilaron para recordar el “2 de Octubre no se Olvida” del México 68, pero para exigirle a los gobiernos de la 4T que no se repitan las masacres de aquel México que dejó mucho dolor en la vida y la memoria de millones de mexicanos.
Sheinbaum tenía 6 años cuando pasó lo del México 68. Nació el 24 de junio de 1962.
¡Gobierno lo Mató!
¡Carlos no murió, el gobierno lo mató!, corearon entre otras proclamas miles de personas en la rebelión nacional de este sábado frente a Palacio Nacional contra el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien al rancio estilo de su predecesor primero descalifica esa gigantesca manifestación y después reta a los participantes al decir que “no van a debilitar a la Presidenta de la República”. Sólo faltó que repitiera lo que decía su gurú tabasqueño: “Me van hacer lo que el viento a Juárez”.
En una de las más grandes manifestaciones en todo el país, pues en las principales ciudades se sintió el hartazgo hacia un gobierno federal, estatal y municipal, que han sido rebasados por la violencia y la delincuencia organizada. Un grito desesperado ante la criminalidad que nadie detiene, contra la impunidad y la corrupción de los gobiernos de Morena.
En Mazatlán y Los Mochis, así como en la capital sinaloense, los miles de marchistas de la Generación Z y de grupos de la sociedad civil, de todas las edades, pidieron las renuncias de las autoridades de Morena de los tres niveles, incluyendo por supuesto a la Presidenta de la República.
Allá en la gran ciudad de México fue el epicentro del grito unánime, mientras que la presidenta Sheinbaum prefirió irse de gira por Tabasco y Campeche, pero hasta allá se escuchó el: “Fuera Claudia” y la rabia y el dolor contenido al corear de otros miles de manifestantes: ¡Carlos no murió, el gobierno lo mató!
En esta marcha por Paseo de la Reforma también desfiló Raquel Ceja, con sus 89 años encima y algunos males en silla de ruedas, abuela de Carlos Manzo, el alcalde asesinado en Uruapan.
Doña Raquel en sus manos llevó una fotografía del nieto amado y en una entrevista y con lágrimas en sus ojos acusó al diputado y ex gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, perredista y ahora morenista, de ser el autor intelectual del crimen de Carlos Manzo.
Este sábado miles de ciudadanos convocados de manera libre le “tomaron” la ciudad de México y el Zócalo capitalino a la presidenta Sheinbaum, quien no quiso estar en Palacio Nacional para no escuchar los gritos en su contra y desde allá en el sureste del país, descalificó el clamor de su pueblo que exigió justicia para Carlos Manzo; paz y tranquilidad para los gobernados; no más violencia y muerte en México.
Sheinbaum sin más discurso descalificó que “fue la derecha” y censuró que la violencia de los manifestantes haya quitado algunas vallas metálicas que protegían a Palacio Nacional.
“Decimos no a la violencia; si uno no está de acuerdo, hay que manifestarse de manera pacífica; nunca utilizar la violencia para cambiar, siempre buscar la vía pacífica…”, indicó Sheinbaum, quien enfrenta una fuerte crisis de credibilidad y de legitimidad en su gobierno
Estas manifestaciones de hartazgo en todo el país deben llamar a la reflexión a la Presidenta de México en lugar de descalificar el enojo de su pueblo, porque
seguramente muchos miles que se manifestaron en las calles votaron por ella para que llegara al poder.
Ya lo sentenció Claudia Quiroz, esposa de Manzo y ahora alcaldesa de Uruapan, que no doblará las manos y en las elecciones del 2027 que Morena y el gobierno esperen el “voto de castigo”.
Lo que se vio y se vivió este sábado en el país, como aquí en Mazatlán y Sinaloa, es el hartazgo de miles o millones de personas que han perdido la fe y la confianza en sus gobiernos que no dan resultados.
Seguimos pendientes.
Mujeres Violentadas, 7 de 10
El martes 25 de noviembre se celebra el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y seguramente toda esta semana y la próxima habrá eventos, conferencias y análisis en este tema, sobre todo porque en “México, siete de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia, pero solo el 15% de la población sabe cómo identificarla, nombrarla o actuar frente a ella”, dice Silvia Ojeda, directora de la Fundación Instituto Natura.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indica por su lado que más del 70% de las mexicanas mayores de 15 años vivieron al menos un tipo de violencia, como psicológica (52%), sexual (48%) o física (35%).
La especialista Silva Ojeda indica que apenas un 15% de los mexicanos alcanzan “niveles muy altos o altos de concientización”, mientras que un 41% registra niveles medios y bajos, y un 43% muy bajos o nulos.
“Si no nombramos la violencia, la perpetuamos. Este índice confirma lo que vivimos todos los días: una sociedad emocionalmente despierta, pero que no confía en las instituciones”, reitera Silvia Ojeda.
El estudio también encontró que un 13% de la población ignora los tipos de violencia de género: física, psicológica, sexual, familiar o económica.
El 65% de los mexicanos considera que las mujeres no denuncian por miedo, y que el 30% no conoce ninguna ley de protección hacia mujeres y niñas.