Sin Línea

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*Nadie supo del mega evento
*Lozoya, la Corrupción
*AMLO, de Bajada

NADIE SUPO DEL MEGA EVENTO
Ni el alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, ni Protección Civil, ni Seguridad Pública y mucho menos el Síndico de Villa Unión se dieron cuenta de un mega evento que se presentó la tarde del domingo sindicatura de Villa Unión en donde acudió un gran número de personas entre ellos niños, jóvenes y mujeres.
El evento se realizó en las orillas del Río Presidio sobre una carrera de vehículos en zona lodosa, pero lo más raro es que en el lugar había maquinaria del municipio que se utilizó para hacer la pista por donde circularon las unidades.
Hoy por la mañana el alcalde porteño declaró a los medios luego de ser cuestionado sobre el evento de que él no fue enterado y mucho menos de que no hay permiso para llevar a cabo este tipo de eventos masivos.
Y para tumbarse el problema la respuesta fue de que les llamó la atención a los encargados de esas áreas para que no se vuelva a repetir.
Pero la pregunta que nos hacemos es porqué no se canceló el evento el cual duró bastante tiempo y no se actuó, sí hubo tiempo para que se enteraran los encargados de las dependencias municipales mencionadas para que actuaran y lo suspendieran porque no se estaban dando las medidas preventivas como la sana distancia y el uso de cubrebocas.
En los próximos días se verán el número de contagios de covid en esa sindicatura y todo por las autoridades ciegas que no aceptan sus errores.

LOZOYA, LA CORRUPCIÓN
Algunos ex diputados federales panistas como Ricardo Anaya y Ernesto Cordero, entre otros acusados de “moches” y de sobornos para aprobar las reformas estructurales, entre ellas la energética en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, de inmediato salieron a defenderse de ser los hombres más honestos del país. Los priistas se quedaron callados y hasta el líder nacional del tricolor, Alejandro Moreno, no hizo comentario alguno.

En el sexenio de Peña Nieto se habló de muchos “moches”, pero como siempre ninguno probado. Se comentó de bolsas millonarias del presupuesto a la total disposición de los grupos parlamentarios y sólo Ricardo Monreal Ávila, como coordinador de los diputados de Morena, en aquellos años regresó esas partidas “extras” que entraron a la cuenta bancaria de la fracción morenista. Monreal, actual senador de la República, denunció el oscuro origen de ese dinero y entregó los cheques a la Tesorería federal.

Así que lo que hoy se dice -según por confesión de Emilio Lozoya Austin- no es para espantarse, aunque hay varios panistas y priistas que están poniendo sus barbas a remojar. Está visto que no hay ninguna sorpresa, ni nadie se llama a sorprendido con lo que se filtra sobre el caso Lozoya y la aprobación de la reforma energética, durante la administración de Enrique Peña Nieto.

Los nombres que se filtran son de legisladores ajenos al PRI, cuya voluntad fue comprada por el tricolor, mediante las dádivas que proporcionaba el entonces director de Pemex cuya fuerza mental y de argumentos convencían a tirios y troyanos de los beneficios que traería dicha reforma.

Con todo y la información filtrada se duda mucho que se ejerza alguna acción penal en contra de aquellos senadores y diputados que, según esto, fueron corrompidos por Lozoya Austin, que solamente cumplía con lo que le ordenaban sus “jefes”, Pedro Joaquín Coldwell, secretario de Energía; Luis Videgaray, secretario de Hacienda y el propio presidente Peña Nieto.

Durante la semana, seguramente, conoceremos más de la historia de Lozoya Austin y los balconeados diputados y senadores de diversos partidos que cayeron por el canto de las sirenas que venía de los recursos millonarios de Pemex.

AMLO, DE BAJADA

Todos sabemos que el Presidente de la República llegó al poder como uno de los mandatarios con la mayor popularidad que ningún otro personaje había llegado y con la más grande y amplia legitimidad en las urnas, sobre todo porque en los sexenios del PRI siempre se habló de fraudes y los ex presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón ganaron con votos muy cuestionados. Sin embargo, ese capital político y moral López Obrador lo ha ido perdiendo por sus poco claras políticas de gobierno a lo largo de estos dos años.
Una de las últimas encuestas sobre su gobierno, realizada por GEA-ISA ofrecieron las siguientes conclusiones apenas el jueves último:

-La aprobación a la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador disminuyó nueve puntos porcentuales con respecto a marzo y la desaprobación aumentó doce: 39% contra 58%.

-La caída es causada, en primer lugar, por el impacto negativo que está teniendo la crisis económica en las familias.

-La pandemia del Covid-19 ha tenido un efecto negativo muy fuerte en la economía de las familias, y el manejo hecho por el presidente López Obrador de la pandemia también es más rechazado (56%) que aprobado (44%).

-La desaprobación de la política de seguridad y corrupción creció.

-Dos terceras partes de los ciudadanos piensa que el país va por el rumbo equivocado.
-La sociedad está profundamente polarizada en torno al gobierno de López Obrador.