Sin familia y en fosa común: así son los entierros en Venezuela por coronavirus

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La pandemia y la crisis económica que vive el país hace seis años ha obligado a que las víctimas sean enterradas en silencio, sin presencia de familiares y bajo medidas de higiene para evitar contagios.

Venezuela.-

El escenario del coronavirus en Venezuela ha obligado a cambiar varias costumbres arraigadas, entre ellas, los funerales, los cuales han tenido que realizarse de forma silenciosa, solitaria, sin la cantidad de personas que se acostumbraban a despedir a los difuntos, especialmente en la zona norte del país, el mismo que además continúa bajo una recesesión de seis años.

Ya se ha vuelto común que sean los equipos de higiene y seguridad, los encargados de trasladar los ataúdes con las víctimas por el covid-19 hacia los cementerios. Muchos han tenido que recurrir a las fosas comunes, debido a los altos costos que tienen las cremaciones.

Los costos de los servicios crematorios promedian los 200 dólares (sobre los 4 mil pesos), un monto impagable para la mayoría en un país con seis años de recesión y marcada inflación donde el salario mínimo está por debajo de los 3 dólares (al rededor de los 64 pesos).

La pandemia del covid-19 llegó a Venezuela en marzo, desde esa fecha han sido enterradas 16 personas la fosa del cementerio municipal de San Cristóbal, capital del estado andino de Táchira, ubicado al oeste del país, fronterizo con Colombia. Ningún deudo puede presenciar la inhumación por protocolos sanitarios.

La regla es especialmente difícil de cumplir en esta región donde suele despedirse a los difuntos en velorios escenificados en casas y en los que se congregan decenas de acompañantes entre familiares, amigos y vecinos durante dos o más días.

«La familia no puede estar a la hora del entierro, ¿por qué?, porque esto es protocolo de seguridad que nosotros manejamos, solamente estamos los sepultureros», cuenta Fermín Pérez, quien lleva 30 años en el cementerio de San Cristóbal.

Ronald Zerpa, director de Protección Civil de la zona, indica que el protocolo incluye un proceso de desinfección del personal y del vehículo que traslada el cadáver, rociando una solución a base de hipoclorito.

Se rocía con el mismo líquido el ataúd y las bolsas donde va el cadáver. «El sitio donde se sepultan los cuerpos son tierras municipales (propiedad de la Alcaldía)», dice Zerpa.

Contagiarse por coronavirus está presente en la zona. Fermín se baña en el patio antes de entrar a la casa que comparte con su esposa y sus tres hijos.

«Siempre está el susto, pero como tenemos buenos implementos de seguridad eso da un poco de confianza», sostiene este trabajador que en principio no pensó que la pandemia llegaría a Venezuela.

Luego de ser enterrados, «los familiares pueden traer una cruz con el nombre del familiar y se le colocará» para identificar al muerto, comenta René Pérez, coordinador del cementerio.

El lugar está cerca de llegar a su límite, por lo que está en planes habilitar un nuevo terreno como cementerio.

Según cifras oficiales, en Venezuela, de 30 millones de habitantes, suman 50 mil 905 los contagios confirmados y 412 las muertes, pero tanto la oposición como varias organizaciones no gubernamentales consideran que los reportes del presidente Nicolás Maduro ocultan una realidad mucho peor.

Información por MILENIO