La representante de México, Luz Elena Baños, criticó el silencio de la OEA y su secretario general frente al quiebre del orden constitucional.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, afirmó que en Bolivia sí ocurrió un golpe de Estado, pero este sucedió el 20 de octubre y lo dio Evo Morales al proclamarse ganador de las elecciones presidenciales de esa jornada.
“Golpe de Estado es una forma ilegítima de acceder al poder o de ejercerlo, si viéramos el artículo 2 de la Carta Interamericana. En ese contexto sí hubo un golpe de Estado en Bolivia, ocurrió el día 20 de octubre cuando se cometió un fraude electoral que tenía como resultado el triunfo del expresidente Evo Morales en primera vuelta”. afirmó Almagro durante la sesión del Consejo Permanente de la OEA de este martes.
El hecho de que el Tribunal Supremo Electoral le haya concedido a Evo Morales el triunfo en primera vuelta era “pretender perpetuarlo en el poder de forma ilegítima e inconstitucional, en una afrentosa violación a la Carta Demcoratica Interamericana. Quedarse en el poder arrebatándolo en una de las peores formas, robándose una elección. Esta forma de autogolpe no es algo nuevo”, añadió.
La representante alterna de Bolivia ante la OEA Ivanna Bracamonte, leyó un mensaje del ministro de Relaciones Exteriores, Diego Pary, quien no pudo estar presente en la reunión. En su texto, Pary denunció la existencia de “conflictividad y violencia sin precedentes” dado el “rompimiento del orden democrático y constitucional”.
Además, pidió a la OEA su intervención para contribuir a la paz social y la presencia de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, para que verifique las graves violaciones a los derechos humanos.
Durante la sesión de un grupo de 15 países firmó una declaración leída por el representante de Brasil, Fernando Simas, en la que rechazaron “todos los actos de violencia, cualquiera que sea su origen, que atenten contra la estabilidad y la defensa de la democracia” e hicieron un llamado a la paz social.
Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Honduras, Paraguay, Perú y Venezuela, ésta última representada por Gustavo Tarré, enviado ante la OEA por el autoproclamado presidente encargado Juan Guaidó, llamaron a una salida al conflicto en el marco de la Constitución e instaron a los actores políticos a actuar de acuerdo con su mandato, pero no hicieron mención del pronunciamiento militar que llevó a Evo Morales a renunciar.
El representante de Estados Unidos, Carlos Trujillo, fue más allá al “saludar” a las Fuerzas Armadas y a la Policía Boliviana, que se mantuvieron “leales a la Constitución”, y rechazar “las ridículas denuncias de que esto es un golpe de Estado”, argumentando que Evo Morales renunció voluntariamente.
También criticó la “hipocresía” de los Estados que dicen apoyar la autodeterminación de los pueblos y la no intervención, pero traicionan esos principios oponiéndose a elecciones libres en Bolivia e interviniendo en la política interior de ese país apoyando al antiguo gobierno.
La representante de México, Luz Elena Baños, afirmó que “ha sucedido un golpe de Estado que México condena enérgicamente” y expresó su “profunda consternación” por los hechos ocurridos en Bolivia. “Las presiones que Evo Morales recibió configuran elementos de un escenario de golpe de Estado”, añadió.
De igual forma cuestionó el papel de la OEA y de su secretario general, Jorge Almagro. “No puedo dejar de expresar la sorpresa que causó a mi gobierno que frente a los graves acontecimientos que se precipitaron el domingo 10 de noviembre, que sin duda constituyen un quebrantamiento del orden constitucional que sume a Bolivia en la incertidumbre, la Secretaría General de la OEA únicamente haya emitido un breve comunicado el día lunes. El secretario general, que despliega una constante e inusitada actividad mediática, ha permanecido sorpresivamente callado”.
El representante de Uruguay, Hugo Cayrús, coincidió en que en Bolivia ocurrió un “quiebre del Estado de derecho” pues “se forzó ilegalmente con la intervención de las fuerza policiales y militares la renuncia del legítimo presidente”.
“No han faltado ya interpretaciones sesgadas de la realidad, que han interpretado la salida como una renuncia. ¿Desde cuándo una sugerencia de las fuerzas militares y policiales puede ser considerada como tal? El eufemismo en este caso parece una burla“, afirmó.
Fuente: Aristegui Noticias