Fue una noche muy emotiva la que se vivió este jueves donde decenas de personas se dieron cita en el Panteón Municipal N°2 “Ángela Peralta” para honrar a los muertos y seguir con las tradiciones que se practican en estas fechas.
El evento coordinado por Jorge Gorostiza, Patricia Pérez y Flor Estrada, contó con la asistencia de Raul Rico, director de Cultura y el Alcalde de la Ciudad, Carlos Felton.
Con sillas frente a una tumba que sirvió de escenario, un piano, iluminación alrededor en tonos rojizos y un altar de muertos en los que se mostraban retratos de personas fallecidas, veladoras, peluches y flores de cempasúchil, comenzó “Festejando a nuestros muertos”.
Fue la voz de Patricia Pérez la que dio inicio a la festividad, haciendo entrar en calor a los asistentes entre la oscuridad y su interpretación, continuando con una pequeña puesta en escena donde actuaron alumnas de las escuelas de arte del Instituto de Cultura de Mazatlán, hacen reflexionar al público al mostrar a una pobre joven que se encuentra llorando en una tumba mientras recuerda a su querida abuela y habla de lo valiosa que es la vida.
Flor Estrada, mostró una vez más su enorme talento cantando varias melodías mientras era acompañada de un piano, una guitarra y los pasos de una bailarina de ballet que deleitaron al público mientras se movía como si fuese viento al ritmo de la música que se escuchaba.
La gente en silencio escuchaba cada una de las palabras que salían de las bocinas instaladas en el panteón y se mantenía a la expectativa de lo que sucedería después.
Don Juan Tenorio, Pedro Paramo, La llorona, entre otros, fueron los personajes que protagonizaron las historias contadas y representadas con actuaciones a lo largo del evento.
Una sensación de miedo por estar entre tumbas y un poco de nostalgia al recordar a los seres queridos que se han ido con el tiempo, fue lo que se percibió por parte del público. Sin duda alguna varios momentos vinieron a la mente de estas personas que, conforme pasaban las interpretaciones, se les llenaban los ojos de lágrimas, dejando escapar, de vez en cuando, una de ellas.
La luna favoreció la noche iluminando de forma natural tan extraordinario panorama y haciendo más íntima la velada.
Para culminar, Flor y Patricia se despiden con una hermosa canción dedicada a los que ya no están con nosotros, haciendo que la piel de cada una de las personas que se encontraban en el lugar se enchinara.
Al terminar la melodía todos los artistas que fueron participes del evento e hicieron posible que este se llevara a cabo, dieron un paso al frente y tomando las veladoras y las flores que habían en el altar, las entregaron al público y colocaron también en diferentes tumbas, como agradecimiento, fueron ovacionados con aplausos por parte del público, quienes se fueron con el recuerdo de una noche inolvidable y llena de sentimientos encontrados.