El cuerpo de Alexander fue hallado un día después; su esposa intentó convencerlo de no brincar y no le hizo caso
Una mujer horrorizada grabó los últimos minutos y la muerte de su esposo luego de que éste saltara a un río congelado en Ucrania el pasado sábado 5 de febrero. En la grabación se aprecia al fallecido formando un cuadro en el hielo que cubre el río Chortomlyk, mientras su mujer le pregunta si no tiene miedo o frío.
Pero el valiente hombre de 38 años, identificado como Alexander, le dice que no y sigue formando el agujero. «Hace mucho frío, no puedo soportarlo, Dios mío, espero que no te enfermes», se escucha decir a al mujer, quien se oye realmente preocupada por la locura que está a punto de cometer su marido.
Luego se puede ver al hombre presumiendo su fortaleza y quitándose la playera. Con nada más que un short, Alexander se para en la orilla del agujero en el hielo, se persigna y salta dentro del cuadro. Cuando eso pasa, su esposa exclama verdaderamente angustiada «¡oh Dios, qué preocupación!».
Pero con lo que ninguno de ellos contaba es que, al tratarse de un río, el agua sigue su cauce a pesar de que la superficie esté congelada. De acuerdo con el Daily Star, ese día la temperatura en Chortomlyk era de -5 grados y la corriente iba rápido, por lo que arrastró de inmediato al valiente hombre.
Aterrada, la mujer ve que su esposo no sale del agua y comienza a preguntarse dónde está. De inmediato, uno de sus amigos intenta abrir el hielo con una motosierra con la esperanza de encontrar al hombre de 38 años, pero falla en su intento. Luego la esposa de Alexander dice que llamará a los servicios de emergencia.
No lo rescataron con vida
Al lugar llegaron rescatistas de la región de Dnipropetrovsk, quienes entraron al agua para buscarlo, pero no tuvieron suerte. Un día después, el cadáver del hombre fue hallado a casi cuatro metros de profundidad a unos 21 metros de la orilla del río Chortomlyk, el cual está ubicado al sureste de Ucrania.
«El cuerpo del hombre fallecido, nacido en 1983, fue llevado a la orilla y entregado a un oficial de policía», informó a los medios locales uno de los rescatistas.
Desafortunadamente, el saltar a los ríos o lagos congelados es una práctica común -y riesgosa- en estos países; las autoridades la han criticado a las personas que brincan al interior debido a que suelen hacerlo sin supervisión de expertos o sin la presencia de rescatistas en caso de que haya una emergencia.
El caso de Alexander revivió el recuerdo de la abogada rusa Anna Uskova, quien a finales de enero participó en un ritual de la Iglesia Ortodoxa y saltó al río Oredezh, que se encontraba congelado. Las autoridades de Leningrado confirmaron que la mujer fue arrastrada por la corriente ante la mirada de sus hijos y esposo.