ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ
El orden global instaurado pocos años después de la desintegración de la URSS en 1990 es el bosque. En esa oportunidad, Occidente (EU y sus aliados) le impuso a Rusia durísimas condiciones después de su desintegración en 1990: un colapso económico y su repliegue militar, amén de su colapso político dentro de sus fronteras por el escarceo de las reacciones políticas que emergieron tras el desastre y ademas de perder 14 naciones, que tomaron una diversidad de rumbos. Lo más peligroso para la seguridad rusa es que la OTAN desplegó un proceso de reclutamiento de nuevos miembros rodeando a Rusia de bases militares, por lo general no ligados a Moscú. (Reforma.Gabriel Gaspar. 22/03/2022)
Rusia reclamó sistemáticamente contra esta expansión de la OTAN hacia sus fronteras e increpaba a la UE y EU que no se respetaba lo acordado en 1990. Nada más que no tenía fuerza para impedirlo. Eso empezó a cambiar en el siglo XXI, y la recuperación económica de Rusia avaló su equipamiento militar. La guerra de Osetia que la enfrentó a Georgia el 2008 fue una clara advertencia de que no iba a permitir que la OTAN instalase bases militares en su espalda. Y todas estos reclamos fueron creciendo a lo largo de 24, en los que un presidente paranoico y nostálgico, Vladimir Putin, ha pretendido restaurar el imperio soviético fundado por los Bolcheviques. De ahí que su tarea fundamental ha sido modernizar y extender su poderío militar (Id)
Y COMO DIJO EL DIABLO: “AUNQUE SEA ESTE PELÓN ME LLEVO”
Pero la “puntada” de empezar a restaurar el edén perdido escogiendo como conejillo de indias a Ucrania es por lo menos un error estratégico, porque le avisa al resto de países escindidos de Rusia que deben emplear más presupuesto para aumentar su poderío militar para defenderse de algún ataque ruso, el cual seguramente se los proveerá la OTAN, pero además agudiza el oído de los líderes occidentales que esta vez fueron sorprendidos, porque no creyeron que Putin se arriesgaría tomar Ucrania, sobre todo porque EU y la UE son más poderosos, desde el punto de vista militar que Rusia, y eso a pesar que ya el ejército de la ExURSS le había arrebatado a Ucrania la península de Crimea en el 2014. Y por su fuera poco Putin amenazó con utilizar “su arsenal nuclear si algún país intervenía en la invasión, lo que podía desencadenar una guerra atómica” (Los Ángeles Times. John Daniszensk.22/03/2202).
El presidente de Estados Unidos optó por castigar al dictador de Rusia a través duras sanciones unto con la OTAN, con el objeto de aislar y reprimir las acciones militares del presidente ruso por la invasión a las amadas tierras de los ucranios. Al respecto señalo Biden: “Nos aseguraremos de que Putin sea un paria en el escenario internacional. Las naciones que apoyen estas acciones de Rusia quedarán manchadas por sus asociación” (22/ 02/ 2022?). Entre ese tipo de sanciones está de de excluir aún más a Rusia del sistema financiero mundial. Para tal efecto los bancos estadounidenses tienen de plazo 30 días para romper sus vínculos de corresponsalía con el Sberbank, el principal banco de Rusia, así como VTB bank, posee casi el 20% de los activos bancarios del país. La cancillería de Rusia ha afirmado que las sanciones reflejan la «absoluta impotencia» de Occidente en política exterior. (BBC News Mundo. Redacción.25/2022).
DEMOS UN PASEO MACABRO POR EL SUELO DEVASTADO DE UCRANIA.
Se han cumplido poco más de tres semanas de la invasión rusa a Ucrania. Ya es evidente que Putin cometió un error serio de estimación. Si esperaba que el presidente Volodímir Zelenski huyera y que la población vitoreara al invasor, facilitando la instalación de un gobierno prorruso de dentro o de fuera, eso ya no ocurrió. Ahora el problema es diferente.La incapacidad del Ejército ruso de acabar con la resistencia ucraniana ha modificado el objetivo. Ya no se trata de una victoria rápida. Ahora es la destrucción lo que se busca. Ya se puede afirmar de decenas de miles de muertos, entre militares y civiles ucranianos y militares rusos. Ya son más de 2 millones de desplazados, refugiados en diversos países, especialmente europeos, y muchos de ellos en Polonia. El ataque directo a blancos civiles, incluyendo hospitales, ha fortalecido la decisión de los ucranianos a defenderse, y hará todavía más complicada la retirada rusa, que tendrá que ocurrir tarde o temprano; pero los militares y civiles pelean con los invasores hasta el último aliento (BBC News. Redacción. 9/03/2023)
Esto significa que, si no hay un cambio en Rusia para que neutralice a Putin, el estado actual continuará por varias semanas, y después entraremos en la definición de los cuatro escenarios por los que puede optar Putin: la retirada unilateral, la victoria parcial, la intensificación del conflicto o la salida negociada. Las semanas que vienen implicarán decenas de miles de muertos más, y la destrucción de buena parte de las ciudades del centro y este de Ucrania. En términos más amplios, estas tres semanas han significado una contracción de la oferta mundial, como dirían los economistas. Después de dos años de estímulos económicos frente a la pandemia, creo que ese camino está cerrado, y las autoridades se enfocarán en evitar que la inflación adquiera dinámica propia. El rublo ruso, por ejemplo, toca nuevos mínimos históricos frente al dólar y al euro, según las agencias de calificación Fitch y Moody’s que rebajaron la calificación de la deuda soberana rusa a la categoría de «bono basura».
