Un comando irrumpió en el penal y se llevó a 9 reos, incluido El Michoacano, presunto líder huachicolero.
Horas después de la fuga de nueve reos del penal de Tula, autoridades del estado confirmaron la recaptura de tres, además de que se detuvo a seis sicarios que participaron en la evasión.
En la madruga un comando rescató a José Antonio Maldonado, El Michoacano, señalado como líder huachicolero, junto con otros ocho reos del Centro de Reinserción Social de Tula, instalaciones que desde hace 10 años enfrentan sobrepoblación y problemas de autogobierno.
El asalto ocurrió alrededor de las 4 de la mañana del miércoles, cuando los sujetos armados a bordo de varios vehículos quemaron dos autos para distraer a las autoridades de seguridad municipal e irrumpir en el penal con armas largas y equipo táctico de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, hecho que dejó dos agentes lesionados.
Tras la fuga, las autoridades desplegaron un operativo en el que ubicaron un vehículo con aparente dinamita en su interior frente a la termoeléctrica, por lo que fue necesaria la presencia del escuadrón antibombas.
En conferencia, el procurador del estado, Alejandro Habib, explicó que los evadidos estaban bajo proceso por homicidio y secuestro. Se trata de Jovani Sánchez, Román Farfán (recapturado), Juan Valentín Rangel, Jaime Eusebio Medina, Abel Millán, Mariano Maldonado, Fernando Cerón, Yair Alejandro Hernández y José Artemio Maldonado.
El operativo de recaptura está a cargo de la SSP de Hidalgo, a través de la Agencia de Seguridad Estatal y el C5, en apoyo con Ejército, Guardia Nacional, policías municipales y entidades vecinas.
El Michoacano fue llevado al penal de Tula después de que el 26 de noviembre fue detenido en Texcoco por homicidio calificado y se le identificó como integrante del grupo Pueblos Unidos.
Desde hace una década, la Comisión Estatal de Derechos Humanos alertó que la cárcel de Tula, con 55 mujeres y 180 hombres, estaba en números rojos, debido a su sobrepoblación que en 2020 alcanzaba 38.6 por ciento, y a los conflictos internos y de autogobierno entre los reos.
En 2011, el penal reprobó en dos de los cinco aspectos de la evaluación hecha por la comisión estatal; nueve años después, los indicadores se mantenían. Aunque el informe más reciente lo ubica como el tercer peor calificado, después de Apan y Mixquiahuala.
A estas carencias, se suman deficiencias en la prevención y acciones para atender incidentes violentos, lo que se refleja en altercados como la riña de enero de 2017 que dejó dos reos muertos o el incendio de dos celdas durante el pase de lista el 14 de agosto.
Tras los nueve fugados de Tula, suman ya cuatro carpetas por evasión de presos de enero a diciembre de este año.
Hidalgo, Michoacán y Querétaro se declararon en alerta roja por la fuga de los nueve criminales y mantienen un intenso despliegue policiaco en sus fronteras. Autoridades aseguran que los evadidos se desplazaron a Michoacán a bordo de dos camionetas.
En Querétaro, el secretario de Seguridad Ciudadana, Miguel Ángel Contreras, sostuvo comunicación con sus homólogos de Hidalgo y Michoacán para recabar información y evitar que los delincuentes ingresen al estado por las zonas limítrofes, donde fue desplegado el Grupo de Rescate y Operaciones Especiales.
La zona limítrofe de Hidalgo, Querétaro, Edomex y Michoacán forma parte de un área donde la inseguridad por la delincuencia organizada persiste, sobre todo disputas por el territorio.
Información por MILENIO