– Ponen en peligro la integridad real de las personas, afirma.
Urge poner límites a la difamación y la calumnia en una sociedad lastimada donde es fundamental dar el primer paso para recuperar los valores perdidos, sostuvo el presidente y fundador del Partido Sinaloense, Diputado Héctor Melesio Cuén Ojeda, refiriéndose a los perversos y falsos señalamientos que responsabilizan a este instituto político de los desafortunados disturbios que tuvieron lugar durante la marcha del Día del Trabajo.
Precisó que la libertad de expresión y el libre pensamiento tienen como principio fundamental la verdad. “La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no protege la mentira”, subrayó.
Es necesario, comentó, aclarar que es legítimo emitir mensajes y expresiones en el ámbito público y privado, siempre que el discurso tenga el principio de la verdad.
Pero, sostuvo, que ofender, descalificar o agredir, con discursos mentirosos, no solamente pueden constituirse como calumnia o difamación, como un discurso de odio, e incluso discriminatorio en algunos casos.
Denostar instituciones o personas es un insulto, y se ha perdido el respeto sin poner límites a esta clase de actos reprobables y es necesario precisar lo que es el derecho a expresarse contra el derecho a insultar, denostar o lastimar, como ha quedado de manifiesto en otros casos que han llegado hasta la Suprema Corte de la Justicia de la Nación.
En los medios de comunicación y en el periodismo no debe tener cabida la mentira, sin embargo hay dueños de medios de comunicación que usan a personas, que son declarantes compulsivas, a quienes sin importarles poner en riesgo mi integridad física, han hecho un ritual de la desinformación, la manipulación de las notas de prensa y el uso de la comunicación masiva para realizar expresiones con el único propósito de destruir a personas e instituciones que, como en el caso de la Universidad Autónoma de Sinaloa, es uno de los referentes académicos más importantes a nivel nacional.
Esta metodología de destrucción de la imagen pública de quien se oponga a sus intereses extra periodísticos, va más allá del legítimo derecho a la libertad de prensa y a la libre manifestación de ideas, a las que respeto, en un marco de diálogo cortés, pero, estos ataques, vestidos de supuestas notas informativas, son en realidad mensajes tendenciosos, que tienen una intención política y ponen en peligro real la integridad física de las personas a las que desean demoler en todo sentido, porque estos dueños de algunos medios no persiguen hacer periodismo, sino promover el linchamiento político de quien esté a favor de mejorar la calidad de vida del pueblo de Sinaloa, acotó.